Pintor argentino nacido en
Buenos Aires en 1978. Gabriel pinta como un clásico una obra
"inexorablemente contemporánea". Trabaja como de los antiguos
maestros, preparando sus propias pinturas con aceites y pigmentos, y dedicando todo
el tiempo del mundo a cada cuadro.
“Siempre me fascinó el
realismo. Me parecía mágico, más significativo que la fotografía o las
películas me parecía el hecho de que esas imágenes pudieran salir de las manos
de alguien. Recuerdo, de niño, cortarme el dedo con el filo de una página de un
gran libro de Dalí que tenía mi madre, y con el dolor y la sorpresa
de haberme cortado con un papel, me vino la asociación de la pintura como
poseedora de un poder peligroso, que sobrepasaba la realidad, y la amenaza de
que había develado una suerte de secreto del que no se puede escapar ileso.
Después del surrealismo, me impresionaron algunos ilustradores, pero lo que
aprecié fue siempre la capacidad de emular el mundo natural y jugar con él, y
la impresión de que se le estaba añadiendo algo. Al entrar en contacto con el
gran arte del pasado, pronto estimé el siglo XX en su auténtico valor,
comenzando, por supuesto, a fascinarme con los italianos, todos los habituales,
y más tarde comencé a admirar cosas en los holandeses y flamencos que no
encontré en ningún otro sitio. Me planteé altos estándares para lo que quería
ser como artista, inconsciente de la distancia entre el mundo en que se movía
Durero y el mío propio, cuya ingenuidad asimilé y que fue clave más tarde para
permitirme ser terco y sólo sentirme juzgado por una carga de historia del arte
que hiciera cualquier otra opinión carente de sentido en lo que refiere a mi
propia misión pictórica. Para que quede constancia, he de mencionar a Holbein,
Bronzino, Fra Angelico, Ribera, Bougereau...”
Si como nos recuerda Ernst Gombrich "el arte se
nutre más del arte que de la naturaleza", la obra de Gabriel Grün se
presenta como un buen ejemplo para poner a prueba dicha hipótesis. Su serie
"Alter Ego", en la que el pintor desarrolla un conjunto variado de
autorretratos "a la manera" de aquellos a los que él reconoce como sus
maestros, nos introduce en un universo de interrogantes ligados al problema de
la creatividad, la apropiación de las tradiciones pictóricas, la persistencia
de iconografías y el lugar ocupado por la práctica del oficio.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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