David Alexander Colville fue
un pintor canadiense nacido en 1920 en Toronto, que se mudó pronto a St.
Catharines y a Nueva Escocia, en 1929.
Asistió a la Mount Allison
University graduándose con un Bachiller en Bellas Artes. Pintó en Yorkshire y
tomó parte en los desembarcos de la Real Marina Canadiense en el sur de
Francia. Más tarde fue asignado a la 3ª División Canadiense. Estuvo dos años en
el ejército, y como era estudiante de Bellas Artes, fue convertido en artista
de guerra en mayo de 1944. Estuvo en Holanda y Alemania y también se encargó la
tarea de representar los horrores del campo de concentración de Bergen-Belsen.
A su regreso tras la guerra, dio clases en la Universidad de Mount Allison
entre 1946 y 1963. Más tarde lo dejó para dedicarse a la pintura y la impresión
desde su estudio en la calle York. Murió el 16 de julio de 2013.
Sus pinturas tienen más
afinidad con los Precisionistas estadounidenses de la década de 1930 que con el
fotorrealismo. Sus perfectas composiciones están basadas en abundantes bocetos
y estudios, que primero se convierten en un esquema abstracto y geométrico,
antes de realizar los dibujos a partir del modelo del natural, y proporcionados
de acuerdo al formato planeado. Sólo entonces tiene lugar el lento y paciente
proceso de la pintura. Capa sobre capa de fina pintura es aplicada sobre los
paneles de madera imprimados y la superficie opaca finalmente es sellada con
laca transparente. El proceso a veces puede llevar meses.
Colville era un amante de
los perros y otros animales. Fueron los personajes principales en algunas de
sus pinturas más memorables. Un sabueso corriendo por un campo invernal. Un
caballo negro galopando hacia la puerta abierta de un cementerio. Una vaca
descansando bajo la luna llena.
En el universo de Colville,
sin embargo, tal inocencia enmascara, inevitablemente, alguna clase de peligro
inminente. Para cada signo visible de calma o pureza (el cuerpo de una mujer
desnuda, una pradera dorada, una extensión plana de agua) hay su
correspondiente sugerencia de un peligro (un cielo tormentoso, un arma sobre la
mesa). En la pintura de Colville, siempre parece que algo está a punto de suceder.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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