Travis Collinson, nacido en
Sacramento, California, es un artista visual cuyas pinturas tomar elementos de
fotografías y esquemas, reinterpretándolos en mayor escala. Collinson, que vive
y trabaja en San Francisco, CA, ha presentado sus cuadros en exposiciones en
todo el país. Sus obras consisten en su mayoría retratos de una manera
abstracta e investigan e ilustran observaciones complejas.
Educación:
1998 Otis School of Art and Design
2001 Victor Valley Community College (A.A.)
2003 California State University of Fullerton (B.F.A)
El trabajo de Travis
Collinson se centra en las sutilezas de la observación y la percepción. Su arte
ha sido incluido en numerosas exposiciones colectivas e individuales. Ha
recibido críticas en el San Francisco Chronicle, Orange County Register, y
otros medios de comunicación y su obra se encuentra en colecciones privadas y
públicas (Berkeley Art Museum y Pacific Film Archive, San Francisco Museum of
Modern Art).
Además de la pintura y el
dibujo sus proyectos han incluido libros para niños como “Cosas Dan Miedo”
(2010 Draw Books), y el cómic “Town Press”. Su pintura “Montículo” fue
utilizada para la portada de la novela de Jean-Paul Didierlaurent “El Lector
del Tren de las 6.27” (2015 Seix Barral). Se crió en Apple Valley California y
actualmente reside en San Francisco California.
Las pinturas figurativas de
Travis Collinson traer de inmediato a la mente los primeros trabajos de Lucian
Freud. Este tipo de estilización apretada peculiar es algo que el señor Freud
dejó en favor de un enfoque más pictórico. Pero Travis Collinson ha encontrado
en ella una forma de evocar los paisajes de gran alcance, aunque sutiles, de la
vida emocional interior del sujeto. Ese tema es a menudo su autorretrato. Las
distorsiones sólo tienen una relación distante a la caricatura (que no es más
que una forma de retratos de humor alegre). En el trabajo del Sr. Collinson los
ángulos extraños, los ojos agrandados y cantidad de rasgos faciales sesgados da
lugar a un reflejo de las discrepancias e inconsistencias dentro de todos
nosotros. Cuando nos fijamos en sus rostros no nos limitamos a ver a la
persona, somos atraídos hacia ellos. Pero incluso su trabajo del natural aún refleja
algo de esta capacidad de mostrar una emoción con el dibujo. Una servilleta, un
limón y una pequeña planta en maceta parecen transmitir una gama de emociones,
de desplazamiento, aislamiento, y una sorpresa por la belleza de lo banal y ordinario.
Algunas de sus obras empujan hacia territorio de la narrativa manera más
explícita. Pero por alguna razón, es estas piezas más tranquilas, especialmente
los retratos, la mayoría de ellas se ven afectadas por una complejidad
tranquila.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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