Bill Hughes se sintió
atraído desde el principio por el arte. "Era algo que yo sabía desde el
principio. Sabía que iba a hacer arte”. Nacido en Ohio, Hughes asistió a la
Universidad de Cincinnati durante un año y medio, "Sólo para silenciar
cualquier idea que tuve de hacer del fútbol una carrera".
Hughes se trasladó a Los
Ángeles, California, desde Cleveland en 1960 y vivió allí durante nueve años,
trabajando como director de arte de la revista Motor Trend, antes de
trasladarse a Santa Fe, Nuevo México. "De repente, terminé con
circunstancias que eran bastante beneficiosas para una carrera de arte. No
importa cuando empiezas". Hughes finalmente terminó en una colonia de arte
en el lado este de Scottsdale, Arizona, donde vivió con su esposa, Bernadette, el
resto de su vida.
Hughes pintó usando lo que
él llamó "realismo", describiéndolo con una técnica diseñada para
atraer al espectador a la escena para que pudieran imaginarse moviéndose a
través del paisaje. Interesado en la construcción de muebles, Hughes aplicó los
mismos principios a la "construcción" de una pintura. "Una mano
lava la otra - la pintura no es algo exclusivo. Puede ser invadido por
cualquier cosa - no es una cosa competitiva, sino más un beneficio, una ayuda,
un plus. "
Lla paleta de Hughes es una
maravilla. Sus obras majestuosas parecen simples, pero en realidad son bastante
complejas. De particular importancia es la manera en que Hughes trata luz en
sus obras. Al igual que con otros artistas realmente buenos, Hughes pasó horas
delante de lienzos dominando las combinaciones apropiadas de color y trazo para
llegar a la sensación de luz correcta en sus pinturas.
A diferencia de la mayoría
de los pintores de paisaje, Hughes no pintó en la localización. Cada cuadro es
un pastiche bien organizado de lo que había visto, de lo que había recordado y
de lo que quería que fuera el lienzo. "No hay fórmulas secretas. Se crea
en el lugar. No hay reglas establecidas. El color es natural - cada persona
tiene un sentido natural del color. El artista tiene un sentido de color más
refinado. Todas las reglas que tengo son inventadas y no se mantienen en preestablecidas".
"El aspecto
práctico", dijo Hughes, "es mucho más sencillo de lo que la gente
piensa. Lo único que se puede pintar es sentarse o pararse delante de un
caballete lo suficientemente cerca como para alcanzarlo con un pincel”.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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