domingo, 26 de febrero de 2017

Luis Ricardo Falero (1851 - 1896)



Nacido en Granada, fue ya desde su infancia calificado por algunos como talentoso y precoz. Para aprender la lengua inglesa, y también la pintura en acuarela, sus padres, de un alto nivel económico, lo enviaron a estudiar a Richmond, Gran Bretaña. En 1860, cuando contaba con tan solo 9 años, salió de Inglaterra para continuar sus estudios en París.
Los cuerpos que Falero pinta son rotundos, muy femeninos, poco hay en ellos de idealización, es decir, de sugerencia al intelecto; son, antes bien, cuerpos que destilan la sensualidad de lo mórbido, de la carne naturalmente representada. La rotundidez de la forma actúa directamente sobre los sentidos, los estimula desde su explícita presentación, no necesita la artimaña de la sugerencia: los cuerpos hablan solos (ya los rostros sonrían pícara o francamente, ya se muestren inquietantes, eso es subalterno ante la línea depurada de las curvas voluptuosas que dicen más, en este caso, que los rostros).
Bien es cierto que todos esos cuerpos están bien formados, siguen el patrón de lo bello, de volúmenes redondeados, sinuosos, esplendorosamente turgentes, no tienen nada que se separe del canon de lo posible real. Solo que Falero lo utiliza y repite hasta la saciedad insaciable.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.































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