jueves, 30 de marzo de 2017

Alan Macdonald



Macdonald nació en Malawi en 1962, asistió a la escuela de arte en Dundee, donde regresó después de vivir y trabajar en Londres desarrollando su carrera temprana.
Los personajes del otro mundo en su serie de cabezas de retratos tienen el aspecto de peregrinos olvidados, acomodados y restringidos por cuerdas como los seguidores de alguna forma perversa de puritanismo. Cada uno está claramente titulado según un estado de ánimo: hedonista, altruista, sádico. Leemos los títulos y buscamos sus facciones de cera, con la esperanza de descubrir su alma en el rizo de un labio, o la inclinación de una barbilla. A pesar de este intento de autoafirmación, las figuras permanecen aisladas, sujetas por sus cuerdas, como por los códigos y las restricciones de la sociedad.
Estas son bellas pinturas, tanto más potentes por su sentido destilado de calma. Macdonald no nos da respuestas, pero las preguntas que plantea sobre la búsqueda de la fe y la identidad que en un mundo moderno difícilmente tocan un nervio y en los rostros de sus peregrinos nos reconocemos a nosotros mismos.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.














































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