Nacido en 1947 en Newark,
EE.UU., Terry Rodgers ha adquirido fama considerable como creador de pinturas
cinematográficas a gran escala que obligan al espectador a participar en un
mundo desencantado donde la belleza, el sexo y el dinero no parecen traer
felicidad. Ellos evocan la energía confusa, la decadencia, el deseo, la soledad
y la promesa de una época. Retrata una búsqueda contemporánea de una vida
significativa como una resaca existencial perpetua.
Rodgers deja en claro que
esta noción del éxito del siglo XXI de la jet-set es sólo una metáfora. Son los
diversos modos de lenguaje y percepción de cada época o cultura los que son las
raíces inevitables de la ilusión y, a menudo, el desencanto. Las obras de Rodgers
subrayan la complejidad de las relaciones humanas en la sociedad contemporánea,
con todas sus contradicciones e influencias mediadas.
En un plano más abstracto,
sus obras se refieren a su fascinación por la coexistencia dialéctica de
impulsos contradictorios en una perspectiva subjetiva.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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