Michael Bergt nació en 1956
en una pequeña comunidad agrícola de Nebraska. A la edad de cinco años, decidió
que quería ser un artista. Cuando tenía ocho años, su familia se mudó a Denver.
A los diecinueve años, Michael se hizo amigo de un grupo de artistas, Beat
poetas y bebedores de café nocturno en el centro de Denver.
En esa época dividió su
tiempo entre la universidad, los trabajos y la pintura. En 1978, Michael pasó
un tiempo en San Francisco, donde pintó y eventualmente conoció al comerciante
de arte John Pence, quien le dio su primer gran exposición individual en 1980. En
1985 conoció a su futura esposa, Tamara, una artista compañera, y decidieron
trasladarse al norte de España. Durante tres años vivieron en una antigua finca
en el país donde pudieron realizar un estudio autodirigido en algunos de los
grandes museos y centros culturales de toda Europa, dibujando y pintando
constantemente.
Antes de volver a casa en
1988, Michael comenzó una correspondencia con Paul Cadmus, un pintor de témpera
que admiraba. Con el tiempo se conocieron, se hicieron amigos, y con el apoyo
de Paul, expusieron juntos en Midtown Gallery en Nueva York. Aunque se
estableció en Santa Fe, Nuevo México, Michael estaba mostrando su trabajo
principalmente en Nueva York durante un período de diez años. De 1995 a 2007,
Michael se presentó en la galería Turner Carroll en Santa Fe y actualmente
comienza a trabajar con la Galería Gerald Peters en Santa Fe.
En 2005, Michael fue elegido
como miembro escultor de la Sociedad Nacional de Escultura (NSS).
"Siempre he estado
fascinado con la figura bellamente representada y por el patrón y la
decoración. En mi nuevo trabajo, me concentro en estos dos intereses: mis
estudios de la figura se dan un contexto dentro de los diseños encontrados en
japonés erótico "Shunga" miniaturas y las tradiciones del patrón del
arte del este: realismo y modelo / estética occidental y oriental.
La historia del arte puede
ser vista como un intento de equilibrar estas dos intenciones: crear la ilusión
de tres dimensiones o centrarse más en una calidad interpretativa y abstracta,
mejorando así el patrón y la decoración. Esto refleja el contraste entre una
visión literal y simbólica del mundo -confirmando lo que percibimos- en
contraste con lo que sentimos acerca de lo que percibimos.
Cuando se incluye una
narrativa, la dinámica se hace aún mayor. ¿Cuál es el significado de lo que
estamos haciendo, cómo se ve, y qué patrón se crea? Si relajamos la necesidad
de separar lo que es real de lo que se imagina, se convierte simplemente en una
relación, y así se gana poder. Esas relaciones son las potencialidades a partir
de las cuales construimos nuestra cultura, nuestro sentido del yo y nuestra
identidad. El tiempo y el espacio están en juego, y el "juego" es la
palabra operativa para lo que estoy haciendo”.
Michael Bergt
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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