lunes, 25 de septiembre de 2017

José Garcia y Ramos (1852 – 1912)


Nació en Sevilla el 2 de marzo de 1852. Perteneciente a la Escuela Sevillana del siglo XIX, es uno de los maestros más importantes de la pintura de género sevillano de finales de dicho siglo. Se formó artísticamente en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, teniendo como maestro a Eduardo Cano de la Peña y a José Jiménez Aranda, formación que completó en el taller del segundo.
Con Jiménez Aranda, en 1872, viajó a Roma, ciudad en la que vivió de la venta de cuadros de pequeño formato con escenas costumbristas andaluzas, obras que fueron muy bien aceptadas por los italianos. En la capital italiana conoció a Mariano Fortuny, pintor que le influiría de forma importante en su obra posterior, lo que daría lugar a un virtuoso «preciosismo» y un uso brillante del color en su pintura, con la que cosechó una considerable aceptación, tanto de crítica como de demanda de su obra.
Fue además un incansable viajero. Regresó a Italia en 1877 y cuatro años después permaneció un trimestre en París con Jiménez Aranda.
En 1882 se instaló definitivamente en Sevilla, donde fue nombrado presidente de la Escuela Libre de Bellas Artes. A partir de entonces, concurrió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y colaboró como ilustrador en La Ilustración Española y Americana, La Ilustra­ción Artística y Blanco y Negro.
Sus temas más frecuentes son escenas costumbristas que le confieren ser reconocido como el mejor representante de la pintura regionalista andaluza en su tiempo, en estas pinturas podemos ver reflejada la vida diaria sevillana en el final del siglo XIX. Su obra se encuentra a caballo entre la caricatura y el folclore andaluz.
Fue un artista extraordinariamente prolífico, participó, siempre con éxito, en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en las que obtuvo numerosos galardones, entre ellos: una tercera medalla en 1884 por su obra “El raptor” y un segundo premio por “Hermanos ¡cada uno por sí mismo!”, en 1901. Un año antes, en 1900, había ganado un tercer premio en la Exposition Universelle de París.
El último cuadro que pintó “La Malvaloca” fue adquirido por los Hermanos Alvarez Quintero y donado al Museo de Bellas Artes de Sevilla en 1966, museo que alberga una representación importante de ellas.
En 1877 volvió a Italia, visitó Nápoles y Venecia y en 1882 regresó a España tras pasar por París.
Fue profesor de la Escuela de Artes Industriales y académico de la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, ambas de Sevilla.
Practicó también la ilustración en publicaciones como “La Ilustración Artística”, “La Ilustración Española y Americana” y “Blanco y Negro”.
El Museo Carmen Thyssen Bornemisza de Málaga posee dos de sus mejores obras.
Murió en Sevilla el 2 de abril de 1912.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.










































No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes añadir aquí tu comentario