Sergio Padovani nació en
1972 en Módena, Italia, pero artísticamente es poco más que un novato: su
primera exposición fue, de hecho, en 2007, Premio Arte en el Museo della
Permanente en Milán. Hasta ese momento él era "tan solo" un músico.
Desde entonces, sin embargo, inició su ascenso en el mundo del arte, con
muestras individuales y colectivas en galerías privadas, espacios
institucionales y ferias de arte.
Sergio es artísticamente
fecundo: fácilmente podríamos dividir su producción en etapas en el tiempo,
dependiendo del tipo de tema y medio de expresión utilizado. La
"marca" es siempre el uso del betún, y las referencias medievales al
área germánica y la brujería flamenca, pero la productividad está siempre a tope,
y se esfuerza en la búsqueda de innovaciones técnicas regularmente.
«La música ha sido y sigue
siendo muy importante para mí. Definitivamente me interesó la composición,
mientras que la actuación en vivo, donde la exhibición encarna otros aspectos y
donde la repetición se convierte en la regla, se trasladó a un segundo plano.
Tras varios años de experimentos musicales, entendí que tenía que cambiar el
enfoque de la comunicación artística y, por lo tanto, gracias a un encuentro
casual con las obras de Odilón Redón, decidí "explorar" la pintura,
donde el aspecto compositivo es total, mientras que el de las exposiciones es,
para mí, completamente vacío. La solución perfecta. El paso entre un lenguaje
artístico y el otro ha sido extremadamente natural y fluido ... Después de
todo, yo pinto exactamente como interpreto, investigando e improvisando,
considerando también los silencios, el ruido como un sonido. Creo que cada
marco tiene su propio sonido, que cambia y evoluciona a medida que lo hace el
lienzo.»
«Creo que mis pinturas
representan no solo la desarmonía del mundo oscuro y pesado, sino también la
feliz desarmonía de la vida cotidiana. Creo que cada oscuridad tiene luz dentro
de sí misma y viceversa... es importante que no limitemos la naturaleza de esta
condición a través de los adjetivos "positivo" y
"negativo". Creo que todos, incluso la persona más distante del
espíritu inspirador de mi trabajo, pueden encontrar algo que reconozcan. La
pintura del pasado nos ha enseñado lo que el hombre es y hace, en su majestad y
en su desesperación, sin reducciones... Solo piense en maestros como Bosch,
Bruegel, Van Der Weiden y muchos otros. Para mí, es una clave importante no
olvidar su gran ejemplo y mantener la tradición.»
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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