jueves, 28 de diciembre de 2017

Lucio Muñoz (1929 – 1998)


Nació en Madrid el 27 de diciembre de 1929. Fue uno de los máximos exponentes de la abstracción en España, en la segunda mitad del siglo XX. Se formó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, de 1949 a 1954, en la que tuvo como maestro a Eduardo Chicharro y como compañeros a algunos de los mejores pintores de esa generación.
Con algunos de estos mantuvo una gran amistad toda su vida, como Antonio López, Julio López Hernández, Francisco López Hernández, Carmen Laffon o Amalia Avia, con esta última se casó en 1960.
Completó su formación en París entre 1955 y 1956, con una beca del estado francés, entrando en contacto con pintores del llamado “Art Autre” (informalismo), como Dubuffet, Fautrier, Wols o Antoni Tàpies. Desde entonces comenzó a practicar el arte abstracto que sería definitivo toda su carrera. A su vuelta expone en la galería Fernando Fe, que había sido fundada por César Manrique.
A finales de la década de 1950 comenzó a trabajar con distintos materiales entre los que se incluyen, papeles quemados y madera, manipulada de diferentes formas: arañado, quemado, tallado o enmohecido, una seña de identidad que hace inconfundible su obra, que es colorista en su mayoría aunque en casi todas predomina el negro, exponente del informalismo más puro.
Desde 1959 expuso por todo el mundo y en 1964 se convirtió en el primer pintor en exponer individualmente en la galería Juana Mordó, a cuyo grupo de pintores perteneció desde su fundación hasta 1991.
En 1960, participó en la XXX Bienal de Venecia.
En 1988 se realizó una gran muestra antológica en el Reina Sofía de Madrid, y desde 1991 fue artista exclusivo de la Galería Marlborough de Nueva York, que acababa de abrir una sucursal en Madrid, muestra que se exhibió también en la Fundación Gulbenkian de Lisboa.
Su obra es de una expresividad extraordinaria, llena de misterio en la que dio un protagonismo importante a la naturaleza, con la que atrapa al espectador.
Así mismo es muy notable su obra gráfica, sobre todo los grabados en gran formato y sus magníficos murales, de entre los que se destacan el ábside de la Basílica de Aránzazu en Oñate; dos murales para el nuevo edificio de la Unión Europea en Bruselas, y el “Ciudad inacabada”, de 12 x 11,5 metros, para el hemiciclo del nuevo edificio de la Asamblea de Madrid en Vallecas, que preside el Pleno, en 1998, obra que no llegó a ver colgada.
Recibió incontables premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1893 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1993.
Murió en Madrid, el 24 de mayo de 1998.
Su obra está representada en los más importantes museos de arte moderno del mundo, en España en el Reina Sofía, en el Guggenheim y el Museo de Arte Moderno, ambos en Nueva York, entre otros.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.


















































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