Dana Zaltzman nació en 1982
en Israel. Comenzó su formación artística en una universidad en la parte norte
de Israel, en 2005. Al mismo tiempo, asistió a clases nocturnas en la Academia
de Arte Figurativo. Después de graduarse en 2007, viajó a Noruega y estudió con
el pintor noruego Odd Nerdrum. En 2009 se mudó a Florencia, Italia y comenzó el
programa de dibujo y pintura de tres años en la Academia de Arte de Florencia,
donde se graduó en 2012. Actualmente Dana vive y pinta en Israel. Su obra se
puede encontrar en colecciones privadas de todo el mundo.
Dana Zaltzman encapsula
fragmentos de tiempo, fragmentos frágiles en los que la conciencia de lo
transitorio se agudiza hasta el punto de la ansiedad. Pinta escalas con
detalles dolorosos, pesa absurdamente plumas, flores de fondo o bolsas de papel
con pesas de metal en el plato de pesaje opuesto. La iconografía de las
“escalas de la justicia” está arraigada en el arte egipcio. El Libro de los
Muertos describe cómo el corazón del difunto se pesa en una balanza: si el
corazón es más liviano que una pluma, el difunto recibe la vida eterna. La
iconografía cristiana representa al Arcángel Gabriel que pesa almas en el Día
del Juicio, mientras que los pintores medievales representan a la Justicia
personificada como una mujer con los ojos vendados sosteniendo una espada y una
balanza. Las pinturas de escalas de Dana Zaltzman, como la mayoría de sus
obras, carecen de tonos festivos, pero están impregnadas de suntuosidad y una
sensación de asombro. Las plumas blancas no son en absoluto exóticas, tampoco
lo son los suelos, que crecen silvestres, sus semillas se dispersan con un
soplo de viento. Estos artículos llenan las bandejas brillantes de la balanza,
que pesan contra pesos de hierro, como si los desafiara con una combinación de
esperanza, inocencia y desesperación que parecen surgir de la obra de Zaltzman:
hermosas y dolorosas pinturas, con una autoconciencia consumada. Zaltzman ha
desarrollado así su estilo en relación con la historia del arte y las
tendencias contemporáneas. Las pinturas presentan una pincelada transparente
que parece estar flotando sobre el lienzo junto a una representación nítida de
objetos. Casi se puede sentir el frío metal o la superficie áspera de las hojas
que representa, mientras Zaltzman estudia las limitaciones y reside en reflejar
las realidades. Su capacidad para crear la ilusión de objetos es asombrosa,
pero su objetivo no es "sostener ... el espejo a la naturaleza", como
escribió Shakespeare en Hamlet, que describe la actuación (y el arte en
general).
Zaltzman ha creado una
"zona crepuscular" de la realidad y su casi desaparición. Es como si
ella estuviera suplicando a los espectadores a través de sus cuadros de escalas
que sopesen lo vulnerable y transitorio en comparación con el metal, para
deleitarse con la belleza terrenal y esperar el Día del Juicio.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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