Nadia Benyahya (Madrid,
1984) es una periodista que cambió la redacción por los pinceles. Como a
Kerouac, a esta madrileña de apellido irrepetible sólo le interesa la gente
loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo
tiempo. Y esa locura que nos mantiene cuerdos es la protagonista de su trabajo.
Incombustible y con el instinto por ciencia, busca ese segundo que acaba de irse,
creando fotogramas de un incendio. ¿Cómo no iban a parecer sus cuadros un verso
sucio de Sabina en la boca de Sofía Coppola? Macarra y delicada al mismo
tiempo, su pintura es como recibir un golpe de luz en mitad del estómago.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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