Brian Mashburn es un artista
estadounidense que reside en las montañas de Carolina del Norte. Asistió a la
Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, donde recibió su Licenciatura
en Bellas Artes en el 2002.
La obra de Brian presenta
paisajes urbanos e industriales en cercana proximidad con el mundo natural.
Básicamente pintor al óleo, Mashburn utiliza la narrativa y una meticulosa
atención al detalle para enganchar al espectador. Sus paisajes a menudo tienen
tanta mano dura como sutileza, universalidad y alegoría.
Las influencias de Mashburn
abarcan desde las observaciones cotidianas hasta su herencia
asiática-estadounidense. Cita su experiencia de ir a clases de chino los fines
de semana como el origen de su interés en la línea pictórica, así como de su
fuerte ética respecto al trabajo. Más aún, las densas nieblas de los Apalaches
y el smog de la China sudoriental y Hong Kong son la guía de su estética
nebulosa.
«Mi proceso es bastante
largo y de trabajo intenso. Pinto en capas, húmedo sobre seco, así que el
tiempo de secado es siempre un problema. Durante esos días, utilizo la mayor
parte en mi beneficio. Generalmente tengo al menos una docena de lienzos en
proceso en un momento dado, y me muevo entre uno y otro esperando que la pintura
seque. Trabajo así por cuestión de eficiciencia, pero también me permite volver
atrás, tomar algo de distancia y reevaluar el trabajo varias veces durante el
curso de una pintura.»
«Cuando era joven estaba
obsesionado con Bob Ross. Hice intentos de pintar nubes como él cuando tenía
unos 11 ó 12 años. Probablemente fue una verdadera experiencia formativa.
Recuerdo lo decepcionante que se veía de cerca, pero con la distancia parecían
estar bien. Me volvía loco, y de alguna manera parecía falso. Desde entonces he
tenido esta compulsión para hacer que la pintura funcione mejor, que sea más
potente, cuanto más te acerques a ella. Este es un principio fundamental en lo
que hago. Es una cosa extraña, porque muchos de mis artistas favoritos son bastante
gestuales. Supongo que es fácil admirar un conjunto de habilidades, es decir,
en un nivel profundo, fuera de mi alcance.»
«Diría que la idea errónea
más generalizada acerca de ser un artista radica en la carga de trabajo que
implica. Ser un artista es un trabajo muy duro, y no siempre muy romántico. A
estas alturas de mi carrera, soy el único propietario del negocio. 100% de
producción, i+d, marketing, servicio al cliente, y así sucesivamente, todo
depende de mí. Sé que hablar de arte en esos términos es un poco bruto y
contradice la intuición general, y ahí subyace el error.
Dicho esto, de alguna manera
es también la parte más satisfactoria. Adoro no tener esa especie de figuras
autoritarias que encuentras en los entornos de 9 a 5. No siempre me siento a
gusto con las figuras autoritarias. Hay una gran cantidad de estrés asociado
con lo que hago, pero es mi estrés. Es una carga de mi propia creación y me
nutro de ello. Me gusta. También amo la naturaleza interdisciplinaria del arte.
Soy muy curioso acerca de una variedad de intereses. Ser un pintor me permite
bucear en varios tópicos que me gusta conocer más, y ver si alguno de ellos
encaja en el marco de mis pinturas.»
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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