Albert Marquet (27 de marzo
de 1875 – 14 de junio de 1947) fue un pintor francés, relacionado con el
fauvismo.
Marquet nació en Burdeos. En
1890 se trasladó a París para acudir a la Escuela de Artes Decorativas, donde
conoció a Henri Matisse. Fueron compañeros de habitación durante un tiempo, y
se influyeron mutuamente. Marquet comenzó sus estudios en 1892 en la École des
Beaux-Arts con Gustave Moreau, un artista simbolista que era seguidor de la
tradición romántica de Eugène Delacroix.
En estos años, Marquet
expuso pinturas en el Salon des Indépendants. Aunque no vendió muchas pinturas,
la comunidad artística de París tomó conciencia de su obra. Sus primeras
composiciones se caracterizaban por un acercamiento claro y pictórico fauve, en
el que tenía un buen control del dibujo y respondía a la luz, no sólo
intensificando los tonos más fuertes, sino también viendo los más débiles en
términos coloristas.
En 1905 expuso en el Salón
de otoño donde sus cuadros se pusieron junto a los de Henri Matisse, Maurice de
Vlaminck, André Derain, Othon Friesz, Georges Rouault, Raoul Dufy, Henri
Manguin, Georges Braque, Louis Valtat y Jean Puy.
Consternados por el intenso
colorido de estos cuadros, los críticos reaccionaron llamando a estos artistas
«fauves», esto es, bestias salvajes. Aunque Marquet pintó con los fauves
durante muchos años, usaba colores menos intensos y violentos que ellos, y
enfatizó los tonos menos intensos mezclando complementarios, pero siempre como
colores, y nunca como grises.
A finales de 1907 permaneció
en París y se dedicó, junto a Henri Matisse, a una serie de vistas urbanas. La
diferencia fundamental entre los dos es que, mientras Matisse usó colores
fuertes, Marquet prefería amarillos mates, violetas apagados o azules. El negro
lo usa normalmente como un contraste violento a los colores claros para formas
como troncos de árboles desnudos o gente dibujada de forma caligráfica en
contraste con calles y aceras a menudo amarillas o naranjas, muy claras. Otra
diferencia es que Marquet usó una aproximación a la perspectiva tradicional,
aunque sus colores y composiciones constantemente se referían al rectángulo y cortaban
su plano con su caligrafía.
Desde 1907 hasta su muerte,
Marquet alternó entre trabajar en su taller en París y muchas partes de la
costa europea y en el Norte de África. Se dedicó sobre todo a Argelia y Argel
así como Túnez. En sus viajes pintó el mar y los barcos, pero también las luces
y la animada vida de la ciudad, especialmente de las ciudades ribereñas como
Argel.
Entre las ciudades europeas
que impresionaron especialmente a Marquet cabe citar Nápoles y Venecia donde
pintó el mar y los barcos, acentuando la luz sobre el agua. Adoptó una técnica
muy diferente de la de los impresionistas, pintando el agua como una zona
amplia de un solo tono lo que hacía que el plano de la superficie del agua
quedara sin perspectiva ilusionística, de la que los barcos se alzan en un
plano diferente. Sus vistas de la laguna de Venecia hacen esto de manera muy
económica. El agua permanece en un ángulo recto con respecto al plano del
cuadro y los grandes barcos flotan fácilmente, con sus reflejos exactamente en
el tono correcto para proyectar el lugar adecuado. Su color es muy parecido al
de Matisse en los años 1920. Sus contrastes de vívidos colores describen las
olas del mar con un simple dibujo que acompaña a los tonos de color observados
con exactitud, dando a la escena de movimiento plácido. Las figuras humanas
están muy simplificadas, dibujadas caligráficamente en una forma que recuerda
al estilo japonés Shijo. Se dice que Matisse le llamaba «nuestro Hokusai».
Durante sus viajes a
Alemania y Suecia pintó los temas que normalmente prefería: vistas de la orilla
del mar y de los ríos, puertos y barcos, pero también paisajes urbanos. A los
largo de su carrera a menudo regresó a los mismos temas, incluso años más
tarde, tomando nota de ligeras diferencias de luz. Pintó unos pocos retratos, y
entre 1910 y 1914 pintó una serie de desnudos en prostíbulos, y preparó la
ilustración de una obra sobre amantes lesbianas. Pero es conocido, sobre todo,
por sus muchos paisajes.
A diferencia de Matisse, no
hay periodos obvios de cambio en su obra. Hacia el final, fue uno de los amigos
más cercanos de Matisse, y discutían la obra de cada uno de una manera muy
franca. Su muerte fue inesperada y repentina, de un ataque de vesícula biliar y
el cáncer que posteriormente se descubrió, para el que por aquel entonces no
había terapia. Marquet murió en París el 14 de junio de 1947.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puedes añadir aquí tu comentario