martes, 20 de marzo de 2018

Kiyoko Abe


Originaria de Osaka y residente posteriormente en Oita, Japón, Kyoko ha vivido en Tailandia desde octubre de 1995 con su marido tailandés, profesor asistente en una universidad tailandesa y sus dos hijas pequeñas. Ella dice que desde su niñez ha sabido que viviría en otro lugar fuera de su país, y parece que ella y Tailandia encajan perfectamente. Ama a su familia, el estilo de vida tailandés y la forma en que el tiempo pasa lentamente allí, así como la comida y frutas tailandesas.
Kyoko realiza una exposición en Tailandia cada dos años. Entre marzo y abril de 2006 mostró sus obras en Akko's Collectors 'House en Bangkok.
Kyoko Abe realmente ama su arte, un interés que remonta a sus días de escuela primaria. "Me siento feliz si solo tengo papel, lápiz y tijeras", dice ella. Después de graduarse a los 20 años de un curso de 2 años en la Escuela de Diseño de Fukuoka en Japón, Kyoko trabajó como artista profesional en una empresa de publicidad, creando entre 100 y 200 piezas por día.
Ahora, a varios miles de millas de sus comienzos artísticos en Japón, Kyoko tiene un estudio de arte y un salón de arte para niños cerca de su casa. También tiene una sala de arte en su casa donde trabaja en diferentes tipos de arte, incluyendo su actividad artística más reciente: la cerámica. "Me gusta crear todo por mí misma", dice ella.
 “He estado estudiando cómo expresar la voluntad de las personas durante mucho tiempo. A menudo he observado el hecho de que el corazón humano tiene la misma dinámica que la ley de los fenómenos naturales o las leyes de la creación. La Naturaleza y la Creación son una amenaza y un beneficio para los humanos, y todos viven con esta historia. Entonces, pensé que expresaría la relación entre los seres humanos y la naturaleza, y el sentimiento de los japoneses hacia la naturaleza, en esta sala.
Creo que el sentimiento de los japoneses hacia la naturaleza es el de la convivencia y el respeto dignos. Para crear una habitación donde puedas experimentar esto, la dignidad natural es retratada por un dragón, que representa la Creación, y la dignidad de un ser humano que enfrenta al dragón se denota por la figura de una niña como un símbolo de pura esperanza.
Esta confrontación es como un matrimonio con placer y dolor como compañeros.
El dragón era considerado como la energía de la Naturaleza misma, y ​​en esta habitación que está llena de esta imagen, esperaba crear un espacio que te estimule.
Sería ideal si aquellos que permanecen en esta habitación, con su vista panorámica y mientras miran el Japón de hoy en día, disfrutan el drama que las personas han vivido y están viviendo, que se desarrolla en medio de la naturaleza, mientras están instalados en el seno del dragón que entró ágilmente desde el exterior de la ventana”. - Kiyoko Abe
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.














































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