István Sándorfi, también conocido como Étienne Sandorfi, era un pintor de origen húngaro nacionalizado francés. Recibió su educación artística formal en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes y en la Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas en París.
Dominó lo que los críticos de arte ahora llaman hiperrealismo. Pero lo hizo con su propia mezcla de elementos surrealistas. Habiendo sido introducido en la pintura al óleo a la edad de 12 años, Sandorfi dedicó gran parte de su vida a perfeccionar sus técnicas pictóricas para lograr lo fotorreal y, al mismo tiempo, dejando que una parte de una persona desapareciera en la oscuridad o en el aire.
Trabajaba por la noche y estaba recluido. Si podía elegir, veía muy pocas personas, además de su familia. El contacto con galerías y coleccionistas lo mantuvo al mínimo y lo suficiente como para llegar a fin de mes. Para empezar, sobrevivió con ilustraciones publicitarias y encargoss de retratos.
A fines de la década de los ochenta los temas más usuales eran mujeres en posturas inusuales con partes aisladas o totalmente ausentes. La cortina y la pintura líquida los usaba como puntos de referencia ilusorios para sus partes parcialmente desaparecidas.
Esto nunca tuvo el carácter de mutilación de las figuras. No, más bien, lo que nos queda es un momento poético y efímero de que somos seres humanos. Las imágenes son acertijos. El estudio, el medio de pintura y varios accesorios se fusionan deliberadamente en composiciones de belleza y melancolía.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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