sábado, 15 de septiembre de 2018

Gustave Van De Woestyne (1881 – 1947)


Nació  en Gante, Bélgica, el 2 de agosto de 1881. Se formó en la Academia de Bellas Artes de Gante, aunque su frágil salud le obligó a trasladarse a vivir en el campo cuando aún era muy joven. En 1899 se estableció en Laethem Saint Martín, pequeño pueblo a la orillas del río Lys, junto a su hermano, el poeta Karel van de Woestijne.
Fue un artista de fuerte inspiración religiosa. En dos ocasiones pasó un corto espacio de tiempo en una comunidad monástica. Sin embargo, decidió que una vida monástica estricta no era para él y se centró en la pintura. En sus primeros trabajos se pueden encontrar muchas escenas religiosas. Fue influenciado en esta época por los prerrafaelistas, con una producción simbolista y el uso de los colores pastel suaves, típicos en sus primeros cuadros.
Formó, junto a George Minne, Valérius de Saedeler y Albert Servaes, el primer grupo Laethem Saint Martin. Posteriormente fundaron un segundo con el mismo nombre, junto a Constant Permeke, Frits van den Berghe y Gustave de Smet y Leon de Smet. Este grupo tenía su nexo de unión en la admiración que sus miembros tenían por los maestros flamencos y por Fra Angelico. Esta segunda generación de la Laethem Saint Martin, quiso ir más allá del realismo, para dar inicio a lo que se conocería como Expresionismo belga.
En una etapa más madura de su obra, realizó composiciones religiosas, con signos y detalles simbólistas, al estilo de los Maurice Denis, en los que plasmó paisajes campestres bajo una luz idílica.
Entre 1925 y 1928, dirigió la Academia de Bellas Artes de Malinas, en la que tuvo como alumno entre otros,  a su hijo Maximilien. Así mismo, impartió clases de pintura en el Instituto Superior de Bellas Artes de Amberes, y posteriormente, en el Instituto Superior de Artes Decorativas de Bruselas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los artistas belgas tuvieron que huir, Gustave, se exilió en Inglaterra, donde coincidió con Tytgat, Daeye y Permeke. Van den Berghe y de Smet marcharon a Ámsterdam, dispersándose de esta forma, dos generaciones de la Laethem Saint Martin.
Cuando todo acabó y se reencontraron, se dieron cuenta de que algo había cambiado, la pintura de todos ellos era más dura y más próxima a la realidad y al mundo en el que vivían.
Se reagruparon en la Galería Selección, creando el movimiento “Expresionismo Nacional”,  que quería diferenciarse del Expresionismo Alemán que había irrumpido con tremenda fuerza en Munich en 1910.
A partir de la década de 1920, su dibujo se endureció, se geometrizó, el color se hizo más insistente y la expresión general más dramática.
En su pintura religiosa, desistió de la elegía en favor de la expresión del sufrimiento físico y de la soledad moral, traduciéndolo en emotivos rostros de Cristo. Estos trabajos religiosos, los más inquietantes de su producción, surgen tras la Primera Guerra Mundial; es un momento lleno de paradojas, el expresionismo va en aumento, pero también un retorno a lo ordinario, un regreso a fórmulas más clásicas y un deseo de monumentalidad. Su obra está llena de contradicciones: es sagrado y moderno, fresco y delicado, tranquilo y lleno de emoción.
Murió en Uccle, el 21 de abril de 1947.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.




































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