La artista Goli Mahallati
nació en Iran. Cuando era una niña que crecía en Persia, fue influenciada por
su entorno multicultural. La rica y extensa historia de Persia impactó
profundamente en su expresión artística. Sin embargo, cuando tenía la edad
suficiente, Mahallati abandonó su lugar de nacimiento por oportunidades que no
habría tenido a su disposición como mujer en Persia. Sin miedo siguió una
educación al obtener una licenciatura de la Universidad de Teherán. Después de
ese importante hito, esta mujer brillante se encontró estudiando para obtener
una maestría en el American International College. Insatisfecha a pesar de lo
lejos que había llegado, Mahallati continuó su ya impresionante educación al
obtener un doctorado de la Universidad de Massachusetts. Sus pinturas obtienen
su poder de su simplicidad. El bello arte de Mahallati expresa una serie de
temas relacionados. La pasión se retrata a lo largo de su trabajo en diversos
grados de calor. Mahallati saca una dramática paleta de colores para revolver
el ardor en los espectadores.
Cada artista tiene un estilo
que no puede ni debe ser duplicado. Se inspiran en las experiencias de sus
propias vidas para crear obras maestras en movimiento que realmente conmueven a
sus espectadores. Goli Mahallati no es una excepción. Ella expresa su espíritu
triunfante con profundidad emocional. Las mujeres persas han recorrido un
camino sinuoso hacia la igualdad. No se les conoce por hacer contribuciones
innovadoras al delicado mundo de las bellas artes. No son famosas por su
conocimiento de las complejidades de la forma y la expresión. A lo largo de los
siglos, Persia ha estado en una controversia, permitiendo pocas oportunidades
para que las mujeres avancen. Pero una mujer persa se ha quitado un nombre, empuñando
un cuchillo y un lienzo como armas de libertad. Su nombre es Goli Mahallati, y
está derribando los límites del arte posmoderno. Su trabajo coquetea con el
realismo al tiempo que mantiene una fortaleza definida en el género abstracto.
La obra iluminada de
Mahallati calma las tensiones que a menudo surgen en el arte contemporáneo. Sin
esfuerzo, Mahallati combina el realismo con la abstracción para una combinación
sorprendente de practicidad e intangibilidad. Su trabajo parece comenzar con
algo definido y luego gravita hacia algo más esquivo. Ella pinta personas, pero
no caras; animales, pero sin detalle; Paisajes, pero sin claridad. Mahallati es
infinitamente capaz de combinar dos estilos de arte contrastantes y atraer a
los fanáticos de ambos. Su creciente popularidad se debe, en gran parte, a su
capacidad para salvar las brechas en el arte posmoderno.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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