Darío de Regoyos y Valdés nació
el 1 de noviembre de 1857 en Ribadesella, Asturias. Se formó en la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, en la que ingresó en 1878,
teniendo como maestro a Carlos de Haes.
En 1979, aconsejado por
Carlos de Haes, el que fuera su maestro años atrás, viajó a Bruselas para
recibir clases del pintor belga Joseph Quinaux, con el que estudió dos años,
convirtiéndose Quinaux en su verdadero maestro, según el mismo Regoyos reconocería
años más tarde. Al mismo tiempo se matriculó en L’École Royale des Beaux-Arts
de Bruselas, en la asignatura Dessin d’Après la Tête Antique, donde fue
discípulo de Van Sevendonck.
Simultaneó su residencia de
1881 a 1893 entre Holanda y Bélgica, aunque durante ese tiempo visitó España
con frecuencia. Influenciado por su círculo artístico de entre sus amigos
belgas, en muchas obras utilizaba la espátula en lugar del pincel sobre el
lienzo.
En 1888 recorrió España con
el poeta Émile Verhaeren, quien a su regreso a Bélgica publicaría en una
revista las impresiones del viaje. Diez años después, los artículos fueron
traducidos e ilustrados por Regoyos con xilografías, dando como resultado el
conocido libro España negra. Dedicó numerosos óleos, pasteles, acuarelas a esa
España oscura, alternándolas hasta finales del siglo con ricos y luminosos
paisajes impresionistas. Dos de las obras paradigmáticas de este momento, son
“Víctimas de la fiesta”, de 1894, y “Viernes Santo en Castilla”, de 1904,
cargadas de un duro y crudo simbolismo.
En 1887, tras conocer en
París y Bruselas el neoimpresionismo, se interesó por el divisionismo, que
practicaban sus iniciadores, George Seurat, Paul Signac y Camille Pissarro.
Utilizó esta técnica sólo durante dos años, de 1892 a 1894, abandonándola
después porque no le permitía pintar “au plain air”. Dos pinturas
significativas de esta época son: “Las redes”, de 1893, considerada una obra
maestra de este periodo, y “Mercado en Compostela”, de 1892.
Su pintura pasó por diversas
etapas, la primera, más conectada con el período belga, en la que realizó sobre
todo retratos. La segunda, donde predominó su serie de “La España negra”, fue
una etapa más filosófica o presimbolista. Y la tercera, que constituye la parte
más conocida y notable, cuya técnica y paleta de colores está más próxima al
impresionismo.
Respecto al impresionismo
escribió en 1905: “El impresionismo es un infinito capaz de renovarse siempre,
al ser el reflejo de ese otro infinito —la naturaleza— que se transforma
constantemente”.
Sus trabajos de esta época
son más osados que la de sus
contemporáneos Joaquín Sorolla e Ignacio Zuloaga, en la que realizó numerosos paisajes del País
Vasco.
En 1881 pasó a formar parte
del círculo L’Essor, uniéndose al grupo de artistas que más tarde, en 1883,
fundaría el famoso grupo de Les XX, siendo el único miembro fundador que no
tenía nacionalidad belga.
Realizó también varias
vistas urbanas de Barcelona, donde murió, el 29 de octubre de 1913.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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