Johan Abeling es un pintor
holandés nacido en 1953 en Emmen. Estudió en la Academia Minerva, Groningen, de
1972 a 1978, y entre sus maestros se incluyen a Wout Muller y Barend Blankert. Su
obra se caracteriza por la utilización del esfumado (sfumato), una técnica que
consiste en la superposición de varias capas de pintura, suavizando tonos y
contornos, creando un efecto de luz difusa y filtrada. Esta técnica fue
aplicada por primera vez por Leonardo da Vinci en el s. XV y Abeling la utliza
para crear atmósferas misteriosas en sus pinturas.
«Me inspira mucho la obra
del pintor alemán Caspar David Friedrich, cuyas pinturas tienen una cualidad
gloriosa y exaltada que me parece bastante mística y sobrenatural. Estudié en
la academia de arte de Groningen, que enseñó realismo con el método tradicional
hasta los años setenta. Me siento afortunado de haber sido formado por
profesores carismáticos como Matthijs Röling y Wout Muller, que tuvieron una
influencia grande y duradera en mi obra. Durante mi estancia en la academia
hubo una gran exposición en el Museo de Hiperrealistas y Fotorealistas de
Groningen que tuvo un gran impacto en mí. A pesar de sentirme atraído por este
estilo artístico, siempre he querido liberarme de la temática estrictamente fotográfica
para manipular ambientes y atmósferas, y crear mi propio mundo visual.»
«Mi trabajo consiste en
crear una atmósfera, en jugar con la composición y la luz, la sensación
atemporal que esa atmósfera puede evocarme mientras trabajo. Mis pinturas
tienen sus propias personalidades, sus propias historias y emociones. Uno
también puede verlas como un momento de respiro en un mundo turbulento donde
casi no hay tiempo para la contemplación. Pero también hay una cualidad
desorientadora en el silencio.»
«Mi obra se interpreta a
menudo como Realismo Mágico, que se caracteriza por un sentido de pesimismo,
alienación, melancolía e inquietud. El realismo holandés tiene una larga
tradición de realismo mágico, comenzando en el período entre las dos guerras
mundiales con artistas como Carel Willink, Pyke Koch y Dick Ket. Aunque mi
visión del mundo no es tan negativa como la de los artistas antes mencionados,
las atmósferas austeras en mis pinturas indican mis sentimientos de malestar
sobre cómo vemos (o evitamos ver) este mundo.»
«A veces temo que hayamos
perdido el sentido de ser parte de la naturaleza, que ya no tenemos ojos para
su belleza y poder curativo. En este mundo agitado donde casi no hay tiempo
para la contemplación, espero que mis pinturas añadan un sentido de conexión
con la misteriosa magnificencia y la serenidad restauradora de la naturaleza.»
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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