Carmen Laffón de la Escosura
nace en Sevilla en 1934, en una familia culta, progresista y acomodada. Sus
padres, que se habían conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid,
deciden no llevarla al colegio. Su educación se lleva a cabo en su casa, a
donde acuden sus diferentes profesores.
Sus inicios en la pintura
tienen lugar a los 12 años de la mano del pintor Manuel González Santos,
amigo de la familia y antiguo profesor de dibujo de su padre, por cuya
indicación ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, a los 15 años de
edad. Tras cursar estudios en esta institución durante tres años se traslada
a Madrid, en cuya Escuela de Bellas Artes finaliza su carrera. En ese
mismo año, 1954, hace su viaje de fin de estudios a París, donde queda
especialmente impresionada por la obra de Marc Chagall. Al año siguiente
realiza una estancia de estudios en Roma con una beca del Ministerio de
Educación. Sus viajes a Viena y Holanda son también hitos importantes en esos
años de formación.
A su regreso a Sevilla en
1956 continúa pintando en la casa de verano familiar en La Jara, frente
al Coto de Doñana, que acabará siendo el lugar central de su actividad
artística. En 1958 realiza sus dos primeras exposiciones individuales, una en
el Ateneo de Madrid y la otra en el Club La Rábida de Sevilla. Entre 1960 y
1962 reside en Madrid. En 1961 conoce a Juana Mordó, quien se interesa
vivamente por su obra y le ofrece un contrato con la galería Biosca. La
relación con Juana Mordó seguiría más tarde cuando ésta montó su
propia galería. En el grupo de artistas que trabajaba para Mordó se encontraban
muchos de los nombres más importantes de la pintura española de la
época: Manuel Millares, Antonio Saura, Rafael
Canogar, Lucio Muñoz, Eusebio Sempere, Manuel Hernandez Mompó, Pablo
Palazuelo, Gustavo Torner, Fernando Zóbel y Antonio López,
el único figurativo de toda la lista. El modo de pintar de Carmen Laffón era
enormemente distinto de la abstracción que imperaba en los círculos creativos
de España en aquel momento, en los que los artistas de Juana Mordó tenían
un puesto preponderante.
En 1962 regresa a Sevilla
pero continúa su relación con Juana Mordó. Con la creación en 1967 de la
escuela El Taller, junto a Teresa y José Soto, Carmen Laffón se acerca al
mundo de la enseñanza artística, al que volverá años más tarde al incorporarse
en 1975 a la Cátedra de Dibujo del Natural de la Escuela de Bellas Artes de
Sevilla, donde permanecerá hasta 1981. En 1982 recibe el Premio Nacional
de Artes Plásticas.
En 1998 es nombrada
académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de
Madrid. El 16 de enero de 2000 pronunció el discurso de ingreso titulado
«Visión de un paisaje» que versó sobre su relación con Sanlúcar de
Barrameda y el Coto de Doñana. Vive entre Sanlúcar de Barrameda y
Sevilla y admira enormemente a Mark Rothko.
«El Guadalquivir es
el río de Sevilla, mi ciudad de nacimiento, que me lleva a Sanlúcar de
Barrameda, mi otra ciudad, donde comencé a pintar y a soñar».
En 2006 expone en la cripta
del claustro del Monasterio de Silos su obra «La Viña», inspirada por la viña
que cuida como si fuera un jardín en su residencia de La Jara. Esta exposición
consistió en un óleo homenaje a Santo Domingo, dibujos de gran formato sobre el
paisaje de la viña de Santa Adela, en La Jara, y otros en torno al tema de la
viña y la vendimia, así como una escultura en escayola, posteriormente
adquirida por el M.N.C.A. Reina Sofía de Madrid, y dieciocho canastas de bronce
en clara referencia a las faenas de la vendimia.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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