Lavinia Fontana nació en
1552 en Bologna, ciudad de Italia que se destacaba por su progresismo, y una
prueba de ello es que su universidad aceptó a mujeres estudiantes desde el
siglo XIII. La artista fue contemporánea de los hermanos Carracci, -líderes de
la escena artística bolognesa con su academia de postulados clásicos opuestos
al Manierismo y al naturalismo de Caravaggio- a quienes se unieron
posteriormente Guido Reni y Domenico Zampieri.
Lavinia recibió de su padre
Prospero Fontana las primeras enseñanzas en la pintura, algo que ocurría
frecuentemente con los hijos varones y no así con las mujeres. Sus primeras
obras denotan la influencia paterna, pero paulatinamente fue acercándose al
estilo de su amigo Ludovico Carracci, con los colores fuertes característicos
de la escuela veneciana. También fue influenciada por Antonio Allegri Correggio
y Scipione Pulzone.
La pintora adquirió fama en
Bologna en sus primeros años de trabajo y esta se extendió luego por Italia.
Fue conocida por sus pinturas de retratos de la clase alta bolognesa, que
fueron muy bien pagados. Sus modelos se ven posando en forma natural y se
destaca su maestría en la pintura de ropajes y joyas. El retrato de la familia
Gozzadini (1584) se encuentra entre sus obras más importantes.
Su Autorretrato tocando la
espineta (1977, Academia Nazionale di San Luca, Roma), es considerado su obra
maestra por algunos estudiosos. En él puede apreciarse que fue una mujer bella
y se la ve tocando el instrumento acompañada de una criada; una escena
semejante a la de una pintura de Sofonisba Anguissola. De sus pinturas más
tempranas se conserva la de “Cristo con los símbolos de la pasión” (1576),
actualmente ubicado en El Paso Museum of Art.
En 1577 Lavinia se casó con el pintor Gian
Paolo Zappi, de origen noble, a quien conoció en el estudio de su padre. Este
fue un matrimonio fuera de lo común, ya que Paolo abandonó su carrera artística
para ocuparse de las cuestiones hogareñas y el cuidado de los once niños que
tuvo la pareja (de los cuales solamente tres sobrevivieron a su madre),
mientras Lavinia mantenía a su familia con la pintura. Paolo ayudaba también a
pintar los fondos en las obras de su mujer.
Un hecho realmente
destacable es que Lavinia llegó a pintar desnudos femeninos y masculinos en
pinturas religiosas y mitológicas de grandes formatos, algo inédito para una
mujer hasta ese momento. En 1589 recibió el encargo de elaborar pinturas sacras
para la iglesia del Palacio Real español, trabajo que incluía estudios de modelos
desnudos. La obra, titulada “Familia Sagrada”, tuvo tal éxito que motivó que
contratasen a la artista en la iglesia de Santa Sabina en Roma.
En 1603 Lavinia se mudó
permanentemente a Roma con su familia, donde fue elegida pintora oficial de la
corte del Papa Clemente VIII y tuvo el mecenazgo de los Buoncompagni. También fue
elegida miembro de la Academia Romana. Su primer encargo importante fue una
pintura de gran formato para el altar de la Basílica de San Paolo Fuori le
Mura, que lamentablemente un incendio destruyó en el año 1823. En Roma, el papa
Paolo V en persona estuvo entre sus modelos.
Un retrato muy curioso de
Lavinia Fontana es el de Antonietta Gonsalvus (1594-95), que se encuentra en
Blois, Musée du Chateau. Se trata de una niña cubierta de pelo por padecer
Hipertricosis Lanuginosa Congénita, enfermedad heredada de su padre Petrus
Gonsalus, quien fue llevado a la corte del rey de Francia (que se convirtió en
su tutor) y luego se casó con una mujer francesa muy bella. Cuatro de los hijos
que tuvo la pareja sufrieron esta enfermedad.
La importancia de Lavinia
Fontana para la Historia del Arte no se da por un criterio de valoración que
tenga en cuenta la innovación, pero su trabajo fue muy significativo, tanto en
cantidad como en calidad. Recibió encargos públicos y privados -algo fuera de
lo común para una mujer de la época- continuó pintando después de contraer
matrimonio y fue la artista más productiva anterior a 1700. Se encuentran
documentadas 135 obras suyas, de las cuales se conservan treinta y dos firmadas
y fechadas. Algunas fueron atribuidas erróneamente por mucho tiempo a Guido
Cagnacci.
Lavinia fue una mujer
acaudalada y utilizó parte de su fortuna en una colección de antigüedades. Su
importancia fue tal que se acuñó una medalla en su honor en el año 1611,
realizada por el escultor Felice Antonio Cassoni, que la muestra de perfil en
una cara, y en la otra frente a su caballete.
Lavinia murió en Roma, el 11
de agosto de 1614.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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