miércoles, 24 de junio de 2020

Mariano Fortuny y Marsal (1838 - 1874)


Mariano Fortuny y Marsal, nació el 11 de junio de 1838, en Reus, Tarragona. Está considerado junto a Eduardo Rosales, uno de los más notables pintores del siglo XIX tras Francisco de Goya.
Hijo de un carpintero, quedó huérfano cuando era muy pequeño, siendo tutelado por su abuelo paterno, que era escultor.
Realizó sus primeros estudios en la Escuela de Dibujo de Reus, hasta 1852 cuando se trasladó con su abuelo a Barcelona, donde ingresó, gracias a una beca, en la Escuela de la Llotja, en la que tuvo como maestro a Claudio Lorenzale, que le influyó en el estilo de sus obras más tempranas. Destacó muy pronto entre sus compañeros de generación por sus excepcionales cualidades artísticas.
Gracias a una pensión concedida por la Diputación de Barcelona, Viajó a Roma en 1858, ciudad que apareció ante sus ojos como, según sus palabras, «un vasto cementerio visitado por extranjeros» y que sería decisiva para el resto de su vida y su carrera. En la capital italiana realizó entonces una enorme cantidad de dibujos, y asistió a la Accademia Chigi, donde contactó con la colonia de artistas españoles que vivían en Roma, y con quienes frecuentaba el Café Greco.
En 1860 la Diputación de Barcelona le envió a Marruecos como cronista gráfico de la guerra de África, fue todo un impacto para Fortuny que quedó cautivado por el mundo árabe que sería fuente de inspiración artística en su pintura posterior. A su regreso a España residió durante una temporada en Madrid copiando obras de los grandes maestros del Museo del Prado.
Volvió a Roma, pasando previamente por París con el fin de estudiar las pinturas de batallas de Horace Vernet, con el objetivo de cumplimentar el encargo de la Diputación de Barcelona de pintar una obra sobre la batalla de Tetuán.
En 1862 hizo un nuevo viaje a Marruecos, estudió el idioma y vistió indumentaria árabe para hacerse pasar por nativo. Durante ese tiempo pintó algunas de sus obras más conocidas, como la «Odalisca» y la acuarela  «Il Contino».
A su vuelta, establecido en su nuevo taller romano de Via Flaminia, Fortuny gozaba ya de un enorme prestigio internacional gracias a su extraordinaria maestría y la calidad y el virtuosismo excepcional, que mostraba en sus cuadros y que le hicieron sobresalir en el panorama de la pintura europea de la época.
En 1867 contrajo matrimonio con Cecilia Madrazo, hija del gran Federico de Madrazo, tras lo que entró en contacto con su cuñado Raimundo de Madrazo, llegando a ser grandes amigos, llegando a pintar algunos cuadros juntos.
Murió en Roma el 21 de noviembre de 1874 a causa de las complicaciones de una malaria que había contraido en Portici.
Su muerte y su entierro, fue uno de los acontecimientos más sentidos de la Roma de aquel momento, siendo expuesto su cadáver en la iglesia de Santa Maria del Popolo. Su corazón fue trasladado a Reus, siendo enterrado  en la Prioral de Sant Pere.
Fuentes:

Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.


































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