Max Liebermann nació el 20
de julio de 1847 en Berlín, Alemania. De origen judío, fue líder de la pintura
en su país natal durante más de 30 años
y uno de los máximos exponentes del impresionismo alemán.
Inició su formación artística
dando clases privadas de pintura con Eduard Holbein y Carl Steffeck por las
tardes. Finalizada la enseñanza media, realizó la carrera de química, que hizo
sólo para contentar a su padre, dedicando todo su tiempo libre al arte, volvía
de las clases y se ponía a dibujar.
Entró como ayudante en el
taller del pintor Carl Steffeck, donde se encargaba de colaborar en pinturas
monumentales de batallas, solicitadas cada vez con mayor frecuencia. Allí
conoció a Wilhelm Bode, director del Museo Kaiser-Friedrich o Museo Bode, quien
posteriormente se convertiría en su mecenas.
Tras una fuerte discusión
con su padre, que no estaba de acuerdo con la forma de vida de su hijo, se le
permitió asistir a la Escuela de Arte de Weimar, donde fue alumno del pintor de
historia, el belga Ferdinand Pauwels, que le mostraría la obra de Frans Hals y
de Rembrandt en una visita realizada por su clase al museo Fridericianum en
Cassel. Tras el contacto con la obra de Rembrandt, la influencia de este sería
definitiva en el estilo de Liebermann.
A partir de 1871 residió en
Düsseldorf, ciudad en la que la
influencia de la pintura francesa, era más notoria que en Berlín. Conoció a
Mihály Munkácsy, cuyo retrato de las damas hilando, una sencilla escena de la
vida cotidiana, provocó un gran interés en él. Gracias a la ayuda de su hermano
Georg, viajó por primera vez a los Países Bajos, a Ámsterdam y a Scheveningen,
en donde se apasionó por la luz, sus paisajes y su gente.
Precisamente sus cuadros con
escenas holandesas son sus obras más reconocidas, sirva como ejemplo,»Mujeres
desplumando ocas», de 1871, en ella
plasmó, junto con el naturalismo de Munkászy, elementos de la pintura de
historia.
Al ver la obra, incluso
antes de terminada, su maestro se despidió de él expresando que a su parecer ya
no había nada más que pudiera enseñarle. En 1874 Max presentó el cuadro en el
Salón de París, en donde, a pesar de haber sido aceptado, provocó críticas
negativas por parte de la prensa y del público.
En 1872 presentó su lienzo en la Exposición de Arte
en Hamburgo causando aversión y conmoción en el público asistente por la
extraña escena; aunque las críticas elogiaban su habilidad técnica, se le tachó de “pintor de lo feo”.
Ese mismo año llevó su obra
a Berlín. y aunque encontró opiniones similares, apareció un comprador, el
magnate ferroviario Bethel Henry Strousberg.
Con su segundo cuadro de
gran formato «Mujeres que fabrican conservas», acudió a la Exposición anual en
Amberes, pintura que fue vendida
inmediatamente.
Liebermann había encontrado
su primer estilo: pintar personas que trabajan de forma realista y no
sentimental, sin condescendiente misericordia ni idealizado romanticismo,
plasmaba la dignidad natural, sin necesidad de transmitir ni disimular nada, en
este, su realismo inicial lleno de sentimentalismo que evolucionó al modernismo
acabando el siglo XIX. Siempre se mostró reacio a aceptar el Expresionismo de
Ernst Ludwig Kirchner que venía irrumpiendo con fuerza en aquellos años en su
país.
En diciembre de 1873 partió
a París, instalándose un taller en Montmartre. Quiso entrar en contacto con los
líderes realistas franceses, pero sólo encontró vacío. Al verano siguiente viajó
por primera vez a Barbizon, en el que se reunían pintores de gran significado
para el desarrollo del Impresionismo. Lieberman manifestó sobre los artistas de
la colonia, “Munkácsy me atrajo mucho, pero más me atrajeron Troyon, Daubigny,
Corot y sobre todo Millet“.
Tras este primer contacto,
Lieberman se alejó del arte serio y pasado de moda de Munkácsy y adoptó los
métodos de la Escuela de Barbizon.
A pesar de sus repetidas
participaciones en el Salón de París, su pintura nunca fue aceptada en Francia,
no podía ofrecer nada al escenario artístico parisino, llegando a ser
rechazado.
En 1878 viajó a Italia por
primera vez, en Venecia conoció la pintura de Vittore Carpaccio y Gentile
Bellini, en las que encontró una nueva fuente de inspiración.
En 1890 fue elegido miembro
de la Académia Prusiana de las Artes.
En 1899, a causa de
polémicas causada por los estrechos horizontes de la pintura en su país, estuvo
entre los promotores, conjuntamente con Lovis Corinth y Max Slevogt, de la
creación de la «Secesión Berlinesa», de la cual fue presidente.
En 1920 fue electo
presidente de la Académia hasta 1933,
que con la subida al poder de Adolf Hitler y
la consecuente política antisemita, comenzaron las persecuciones nazis
contra él. Se le prohibió pintar y después de que la Academia decidiera no
exponer más cuadros de hebreos, fue obligado a dimitir. Su obra fue incluida en
la lista de «arte degenerado», y su obra fue purgada de todos los museos
públicos
Murió el 8 de febrero de
1935, cuando contaba 87 años de edad.
En el Museo Thyssen
Bornemisza de Madrid podemos ver dos obras del pintor.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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