Carlo Carrá nació en
Quargnento, Italia, el 11 de febrero de 1881. Comenzó trabajando, con 12 años, haciendo murales y ya en 1899 decoró varios
Pabellones de la Exposición Universal de París. Lideró en Italia el movimiento
futurista junto a Giacomo Balla, que
nació en el país en el primer tercio del siglo XX, y que finalizó con el
comienzo de la Primera Guerra Mundial. Posteriormente su trabajo evolucionó,
siendo sus formas y su estilo, más claros.
Más tarde residió por un
tiempo en Londres, en el que se relacionó con anarquistas italianos. El mismo
lo había sido, aunque posteriormente se hizo ultra-nacionalista.
Regresó a Milán en 1901 y en
1906 se matriculó en la Academia di Brera, en la que fue alumno de Cesar
Tallera.
A partir de 1910 se inició
la que sería su mejor etapa como pintor. En el final de la década de 1910, su
pintura pasó por una etapa más sombría, de ella es su óleo «Mañana en el mar».
En 1911 pintó una de sus
obras más conocidas de estilo futurista: «Funeral por el anarquista Galli»,
actualmente en el MoMa de Nueva York.
En el ejército conoció a
Giorgio de Chirico, creador de la pintura metafísica, movimiento al que se
unió, estilo con el que creó algunas de sus obras más famosas. La pintura
metafísica posee una estética extraña, de perspectivas imposibles, de elementos
simbólicos, de largas sombras, de objetos sumidos en una claridad sin
atmósfera, donde todo sucede como si fuera un sueño. Consigue imponer una
sensación de misterio a través de maniquíes, manos enguantadas inmersas en un
mundo de horizontes lejanos y de grandes arquitecturas vacías, colosales y
fantasmagóricas. En una de las más representativas: «La habitación encantada»,
de 1917, creó una atmósfera de misterio mediante el uso de una perspectiva
renacentista exagerada y de una luz atenazante.
En 1919 en las tertulias que
se daban en la Sala de Sarfatti en torno a problemas artísticos, y a cuyos
miembros los historiadores de arte definen como futuros novecentistas. Se
encontraban entre ellos Mario Sironi, Leonardo Dudreville, Achille Funi, Arturo
Tosi, Carlo Martini y el propio Carrà.
A partir de este momento su
obra dio un nuevo giro, tiempo en el que se dedicó fundamentalmente al paisaje,
con el estilo cada vez más naturalista, característico de neoimpresionismo
novecentista.
Presentó sus obras en la
Bienal de Venecia en 1924 y 1926, pero fue en la de 1928 cuando presentó su
muestra más importante, con 19 cuadros.
En sus últimas obras podemos
observar la influencia de Giotto di Bondone y de Paul Cézanne.
Fue un pintor muy prolífico
que además escribió varios libros sobre arte, destacando por igual en la
pintura futurista que en la metafísica.
Murió en Milán, el 13 de
abril de 1966.
Su pintura se puede ver en
algunos de los mejores museos de arte de todo el mundo, aunque una gran parte
de ella se encuentra en colecciones particulares.
Fuentes:
https://arteenlasredes.blogspot.com/2018/12/carlo-carra-1881-1966.html
https://trianarts.com/carlo-carra-el-movimiento-futurista-en-italia/#more-10143
https://es.wikipedia.org/wiki/Carlo_Carr%C3%A0
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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