Hans Musters (nacido en 1954) es un pintor que ha sido bendecido con un gran talento para el dibujo. En 1977 fue a la academia de arte Minerva en Groningen en busca de instrucción en el arte del dibujo y la pintura, dibujo de retratos, dibujo de figuras y bodegones: aquí es donde quería desarrollar su técnica. Este fue el período en el que Musters desarrolló aún más su talento natural para el dibujo y la pintura realista, que es la base de su obra posterior.
En la década de 1980 se produjo un desarrollo un tanto inesperado. Musters se interesó cada vez más por el arte abstracto. Además de los bodegones de flores en acuarela, a los que llamó ejercicios para los dedos, Musters estaba ocupado con pinturas al óleo abstractas. Las obras de este período muestran desarrollos notables. El primero es el descubrimiento del color como elemento hablante. Por primera vez, los colores se vuelven muy brillantes en comparación con las obras anteriores más tonales y realistas. Un segundo desarrollo es que la estructura del lienzo es claramente diferente en este período, no a partir de un dibujo, sino de un diseño elaborado en colores, se logra la composición, que resulta fascinante y satisfactoria a pesar de la falta de figuración.
A fines de la década de 1990, Musters comenzó a crear obras que sintetizaban el estilo figurativo anterior con la abstracción más reciente. No fue fácil lograr esta síntesis, las contradicciones de una obra abstracta orgánicamente construida y las exigencias de una representación realista debían unirse de una sola vez. Musters desarrolló para ello un método intuitivo en el que, además de aplicar campos de color, se continuaba trabajando hasta que surgía un elemento figurativo. Él mismo lo describe como una persona u objeto que emerge de la composición. Por lo tanto, el resultado es sorprendente: al mismo tiempo, observamos una obra moderna y colorida construida orgánicamente con un elemento figurativo colocado de forma completamente natural, generalmente una figura humana.
Con el tiempo, Musters ha encontrado otras formas de unir el objetivo del diseño abstracto y la figuración. Pronto vemos que los campos de color se utilizan de tal manera que sugieren cada vez más elementos figurativos adicionales: los paisajes aparecen detrás de las formas humanas, al menos la sugerencia de paisajes. Son en realidad bloques de color, pero el ojo lo remata. A la larga, Musters incluso pudo volver a las naturalezas muertas tradicionales y aún así mantener la estructura de las áreas de color. Más tarde, pudo utilizar los mismos principios para crear paisajes.
El curioso matrimonio de la pintura abstracta y figurativa se desarrolla a lo largo de este método intuitivo. Forma y contenido siempre van juntos, color e imagen se apoyan mutuamente. Precisamente por eso las pinturas de Hans Musters son tan convincentes y atractivas.
Fuentes:
https://www.wildevuur.nl/en/-hans-musters
https://www.artrevisited.com/en/information/artists/hans_musters
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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