Franck Hébert ha adoptado la
pintura como su principal medio de expresión desde principios de los 90,
después de tocar y enseñar guitarra durante muchos años. Ávido aprendiz,
asistió a la Escuela de Bellas Artes de Caen y pasó tiempo con muchos pintores
de la región, lo que le ha ofrecido una gran diversidad a su trabajo.
Con los años, su tema
principal se ha mantenido ligero, que captura en su forma destrozada o se
descompone en movimientos rápidos. Primero se inspiró en los impresionistas y luego
desarrolló su propio estilo bajo la influencia de pintores ingleses como Edward
Seago. Usando pintura al óleo y gracias a sus gestos confiados con la espátula,
es capaz de cortar el paisaje urbano en múltiples superficies de espejo sobre
las cuales la luz se refleja en su infinito, rompiéndose aquí y allá en chorros
de chispas. Sus paisajes marinos multicolores capturan perfectamente el caos de
las olas locas e incluso su naturaleza muerta parece habitada por energía
inextinguible. Le encanta viajar y hace muchos bocetos en el momento, lo que le
permite transformar sus recuerdos de París, Venecia o Marruecos en obras con
ocre y oro. Si siempre permanece en lo figurativo, todavía no duda en hacer
frente a las abstracciones para desestabilizar sus hábitos y dar nueva vida a
sus pinturas.
Desde principios de la
década del 2000 comenzó a unirse a muchas exposiciones y ferias de arte que
premiaron su trabajo. Hoy se dedica por completo a la pintura en su taller en
Pleneuf Val André, en Bretaña, y realiza exposiciones en muchas galerías de
toda Francia.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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