jueves, 4 de mayo de 2017

Godofredo Ortega Muñoz (1899 – 1982)


Nació en San Vicente de Alcántara, Badajoz, el 17 de febrero de 1899, aunque erróneamente en muchas de sus biografías consta que fue 1905 el año de su nacimiento.
Está considerado como el gran renovador del paisajismo en la España de la mitad del siglo XX, junto con Benjamín Palencia y Vázquez Díaz.
Huérfano de madre desde los seis años, fue enviado por su padre a terminar el bachillerato en Salamanca, con la pretensión de que tras concluirlo, iniciara la carrera de Farmacia.
Cuando aún cursaba el último año se escapó a Madrid resuelto a estudiar pintura. Comenzado su aprendizaje de forma autodidacta, lo hizo estudiando y copiando obras del Museo de Reproducciones, y más tarde en el Museo del Prado. Algunas de estas copias eran postales que enviaba a su familia. También pintaba al aire libre, sobre todo en la Dehesa de la Villa.
Instaló su primer estudio en la calle Serrano de Madrid  y en 1925 viajó a París, después a Italia y a numerosos países de Europa y Oriente Próximo. De 1930 a 1935 residió en Stressa, localidad del Piamonte italiano, a orillas del Lago Maggiore, donde contacto y entabló amistad con Rowlwy Smart, acuarelista británico, al que realiza un retrato.
Volvió a España, exponiendo por primera vez en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, siendo seleccionado para la Bienal de Venecia.
A su vuelta a España, y en compañía de Benjamín Palencia, Alberto Sánchez y Gil Bel, hacen una incursión fundacional a la Escuela de Vallecas. La influencia de dicha escuela le hace volver retomar el paisajismo de forma casi exclusiva, recogiendo “el alma de las gentes sencillas” y de su tierra.
Contrajo matrimonio en 1936, y junto a su esposa, inició un largo viaje, debido a la Guerra Civil, por Suiza, Bélgica, Dinamarca y Suecia, regresando a España en 1940.
Expuso en 1940, 1946 y 1947, obteniendo en todas ellas un enorme éxito. Pero donde su pintura logró un gran impacto fue en la Primera Bienal Hispanoamericana, y en la segunda, de 1954, celebrada en Cuba, en la que obtuvo el Gran Premio de Pintura.
En 1962 expuso en el Ateneo de Madrid y en 1968 contó con una sala para su pintura en la Exposición de Bellas Artes de Madrid.
En 1970, expuso en el Casón del Buen Retiro de Madrid, en las Salas Góticas de la Biblioteca de Cataluña en Barcelona, en el pabellón Mudéjar de Sevilla y en la Casa de la Cultura de Badajoz.
En 1970 le fue concedida la Medalla de Oro de la Provincia de Badajoz, ciudad en la que expuso por última vez en 1978.
Realizó también un buen número de magníficos bodegones.
La pintura de Ortega Muñoz, de un estilo absolutamente personal e identificable, encuadrado en el realismo crítico, tiene como protagonista el campo, sobre todo el extremeño y el castellano, y sus retratos, sobre todo de campesinos del ámbito rural extremeño.
Confesó haberse sentido influenciado por Paul Cézanne, Carlo Carrà, Mario Sironi, Mario Tozzi, Giorgio Morandi, Il Giotto, Cimabue y Francisco de Zurbarán; aunque los que más la ejercieron, siempre según el artista, fueron especialmente Gutiérrez Solana, Pablo Picasso y Juan Gris.
“Sencillez, austeridad, calma, sobriedad, estoicismo, silencio… son los términos que se vienen a la cabeza al contemplar un paisaje de Ortega Muñoz. Sus paisajes muestran la atemporalidad característica del autor, huyen de la exuberancia de la naturaleza. Su interés se centra en la tierra dura y seca, en los árboles aislados que destacan en ella, creando un ritmo a través de la repetición”. (Museo Provincial de Cáceres)
Murió en Madrid, 1982.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.









































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