jueves, 20 de junio de 2024

Eduardo Kingman (1913-1998)

 

Eduardo Kingman Riofrío Nacio en Loja, Ecuador el 3 de febrero de 1913.

Hijo segundo del Dr. Edward Kingman y de doña Rosa Riofrío, fue matriculado en la escuela anexa al normal Juan Montalvo donde realizó la primaria, pero como dibujaba desde niño, al terminar el primer curso de secundaria en el Mejía decidió cambiarse a la Escuela de Bellas Artes.

Inicio sus estudios artísticos con Víctor Mideros en la Escuela de Bellas Artes de Quito. Otros estudios lo llevaron a Venezuela, Perú, Bolivia y finalmente a Estados Unidos, donde estudió en el San Francisco Art Institute, de California (1945-1946).

Premios

En 1963 obtuvo el primer premio del quinto salón de Artes Plásticas.

En 1959 ganó el primer premio en el “Mariano Aguilera” con “Yo el prójimo”, visión aterradora de un mundo en crisis.

En 1973 le fue concedida la medalla al mérito Artístico de la Municipalidad de Guayaquil y en 1975 la condecoración Nacional al Mérito con el grado de Comendador.

Tendencia artística

Su carrera comenzó como pintor expresionista por sus ideas político-sociales. El tema del dolor y maltrato del indígena, ocuparía en gran parte la tendencia de este artista. Se hizo célebre por las grandes y poderosas manos de sus personajes, símbolo desasosegado de fuerza. El tema de las manos, se repite en casi todos sus cuadros, esto le ha ganado la reputación de ser “el pintor de las manos”.

Fuentes:

http://yachaykuna.blogspot.com.es/2009/06/obras-de-kingman.html

http://www.latinartmuseum.com/KINGMAN.htm

http://www.epdlp.com/pintor.php?id=282

https://www.facebook.com/EKingmanR/

https://tardecroaste.wordpress.com/2011/05/

Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.

































Juan Manuel Díaz-Caneja

 

El pintor Juan Manuel Díaz-Caneja nace en Palencia en 1905, ciudad en la que pasará su infancia y juventud.

En1923 se traslada a Madrid con la intención de estudiar la carrera de arquitectura, donde acude al taller de Vázquez Díaz para preparar la asignatura de dibujo. Pronto dejará los estudios para dedicar todos sus esfuerzos a la pintura en el taller de Vázquez Díaz. Al mismo tiempo, participa, de manera activa, en la vida cultural madrileña de vanguardia, estableciendo relación con pintores y artistas de la vanguardia española como Benjamín Palencia, Alberto Sánchez, Maruja Mallo y posteriormente con Bores, Cossio o Ramón Gómez de la Serna.

Pasa en París el invierno de 1929, donde descubre el arte moderno y en especial el cubismo. A su regreso a España participa en el I Salón de los Independientes, inaugurado en el local del Heraldo de Madrid.

Su obra mas característica comienza a partir de la década de los años 40 y está presidida por el influjo de dos figuras claves en el arte del siglo XX: Braque y Matisse. El primero le enseñó a estructurar analíticamente la geometría de las cosas y del segundo aprendió el uso rico y sensual del color.

Podríamos calificar la pintura de Díaz Caneja como la de un postcubísta, que se deja arrebatar por el poder del color. Tras la Guerra Civil los cuadros de Caneja son básicamente paisajes castellanos, en los que se mantuvo siempre en un punto equilibrado entre el análisis compositivo y el colorismo sin caer en la descripción.

En los primeros años, su obra presenta una fragmentación geométrica en combinación con un colorido apagado en que dominaban los marrones y tierras, muy en línea con las propuestas del Cubismo Analítico. A la luz de este influjo del cubismo hay que analizar obras como Fábrica (1929) o Composición (1930).

Esta forma de hacer fue progresivamente sustituida por unas manchas de color, más o menos fragmentadas, que se iban enriqueciendo con diversas tonalidades y matices, obras como Tierras (1962) o Pueblo (1974) son un ejemplo de ello.

La creación de tonalidades propias hace que sus obras ofrezcan una imagen mucho más rica y sensual del paisaje castellano de lo que es habitual. apartándose así de la imagen tópica de aridez v dureza creada a partir de la generación del 98. Pinturas como Tierras Amarillas (1976), Dos manzanas (1950) o Tierra azul (1982), muestran esa riqueza de color que Caneja ve en el paisaje de Castilla en la cual encuentra 'todos los violetas, todos los malvas, todos los colores que quieras".

La dirección y fuerza de la pincelada evoluciona junto con el color y los tonos que, en una conjunción y evolución ejemplar, desembocan prácticamente en la abstracción en la última etapa de la obra del pintor. Aunque los títulos nos indican que Caneja sigue tomando como referencia última lo que ha sido su tema más querido: el paisaje de Castilla. Un buen ejemplo de esta etapa son dos pinturas tituladas Tierra roja y Mancha negra, realizadas ambas en el año 1987, el año anterior a la muerte del pintor.

Desde 1954, año en que recibe la tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes, la obra de Caneja tendrá un reconocimiento en el contexto del arte español y universas. En 1958 se le concede el Premio Nacional de Pintura y años mas tarde, en 1984, la Junta de Castilla y León le concede la medalla de oro de Bellas Artes.

En 1988 muere en Madrid.

Fuentes:

www.diaz-caneja.org

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Manuel_D%C3%ADaz_Caneja

Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.