viernes, 21 de octubre de 2016

Víctor Cúnsolo (1898 - 1937)


Víctor Juan Cúnsolo (Vitoria, provincia de Siracusa, Italia, 2 de abril de 1898 - Lanús, Buenos Aires, 10 de abril de 1937)
​Aunque nació en Vittoria (Siracusa), al sur de Italia, Víctor Cúnsolo vivió gran parte de su vida en Buenos Aires. Su familia llegó a la ciudad en 1908, cuando él contaba con diez años, y a comienzos de 1910 estaba instalada en el barrio de Barracas. Esta geografía definió su formación artística, ya que estudió pintura y desarrolló su profesión en la zona sur de la ciudad, y de ahí también tomó sus temas: las calles, el río, y las construcciones características. Comenzó a formarse en La Boca, en la Academia de Pintura de la Unione e Benevolenza, con 19 años, bajo la guía del maestro romano Mario Piccione, siguiendo el camino de otros artistas de raigambre italiana que estudiaron en alguna de las instituciones culturales y artísticas del barrio. Durante los siguientes años, Cúnsolo se integró a la bohemia y el ambiente boquense, tuvo su taller frente a la ribera, y desarrolló un estilo propio, protagonizado por este paisaje, al que atravesó con una atmósfera particular.
A comienzos de los años veinte realizó numerosas vistas a la Isla Maciel y de la zona de Barracas que incluyen personajes, casas y barcos pintados con materia abundante y rápidas pinceladas, y en ocasiones también con espátula. Sin embargo, desde finales de la década puede observarse un cambio en su pintura, que se manifiesta abiertamente en su exposición individual en Amigos del Arte (1928). Desde entonces sus pinturas toman cuerpo con un lenguaje simplificado, de formas geométricas y sintéticas, y de colores lisos y claros, colocados con pincel. En estas obras representó el barrio de La Boca como un territorio silencioso y solitario, lejos de su movimiento particular. Esta estética coincidió con el lenguaje depurado y sintético de los artistas del grupo Novecento, que Cúnsolo pudo haber visto ese mismo año, unos meses antes de su exposición en Amigos del Arte, en la muestra de pintura italiana que Leonardo Estarico presentó en el espacio Boliche de arte. Asimismo esta estética de carácter introspectivo alcanzó a otros jóvenes artistas del barrio, como Fortunato Lacámera y Miguel Diomede.
La vuelta de Rocha, que Cúnsolo pintó en 1929, corresponde a esta poética personal. La obra está protagonizada por un grupo de pequeñas embarcaciones que descansan sobre un espejo de agua gris salpicada por reflejos de colores. Al fondo se desenvuelven casas geométricas con paredes de colores lisos y techos a dos aguas, cúpulas de iglesias y árboles de formas sintetizadas, bajo un cielo nublado. Se trata de una geografía reconocible pero atravesada por el tamiz del artista, que la devuelve como un espacio congelado, lleno de calma y quietud, lejos del bullicio del barrio de La Boca.
Entre 1933 y 1968 el pintor y escritor Jorge Larco (1897-1968) donó al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) numerosas piezas, incluyendo esta pintura de Víctor Cúnsolo. Con este legado contribuyó a incrementar el patrimonio de arte argentino del museo, con obras de artistas contemporáneos como Raúl Soldi, Aquiles Badi, y Lino Spilimbergo, además de Cúnsolo, entre otros.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.








































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