jueves, 1 de septiembre de 2016

Alfred Courmes (1898 – 1993)


El pintor surrealista francés Alfred Courmes nació en 1898 en los Bormes-les-Mimosas, cerca de la base naval de Toulon, hijo de un oficial de la marina, un hecho que tuvo alguna influencia en su obra posterior.
En su juventud su salud era frágil y fue enviado a recuperarse en un sanatorio, donde tuvo la suerte de encontrarse con otro pintor, Roger de la Fresnaye, quien después de haber coqueteado con el cubismo (L'homme assis o 'hombre asentado', 1913-1914 ) estaba emergiendo como líder de un retorno al arte más formal. La Fresnaye se convirtió en guía de Courmes, en un maestro simpático. El alumno lo siguió a París, y absorbe las enseñanzas de su maestro post-cubista, las teorías neoclásicas de la luz y la composición, la producción de obras altamente formalizadas animadas por toques de color ácido, entre ellas retratos de su hermana (1921) y de Peggy Guggenheim (1926). Comenzó a exponer regularmente en el Salón de los Independientes.
La muerte de la Fresnaye en 1927 le inspiró para hacer un homenaje pictórico a su maestro; recordando L'homme assis, produjo L'homme blesse ( 'El hombre herido', 1929), una versión actualizada libre de Cristo muerto de Mantegna. Fue el comienzo del segundo período Courmes, durante el cual pintó obras de absurdo surrealista supremo y tierna ironía religiosa. En 1935 expuso en el Salón de los Independientes un estudio satírico del martirio de San Sebastián, en la que el apuesto joven mártir, de pie en un rayo de luna, está vestido sólo con una gorra roja marinera, una camiseta a rayas azules y blancas y un par de calcetines sostenidos por tirantes prosaicos. No se deja nada a la imaginación en la representación realista de los atributos sexuales considerables de la juventud, sin tocar (como siempre en las representaciones clásicas de la santa) por la más pequeña de las flechas. Courmes distribuye sus dardos delicados compasivamente para evitar todos los órganos importantes. Lla pintura fue recibida con gran éxito de crítica y público. Ganó el Premio Paul-Guillaume (compartido con Tal Coat) en 1936, y ahora se exhibe en el Centro Pompidou, donde se realizó una retrospectiva Courmes en 1989 después de recorrer las provincias.
Después de este premio se produjeron varias encargos oficiales, incluyendo la alegoría Toucher ('El sentido del tacto') para el mural de la fábrica de porcelana de Sevres en la Exposición Universal de París en 1937, seguido de La Francia Joyeuse para Ottawa (1938-39).
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.





































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