Nació en Quito, Ecuador, el
6 de julio de 1919. Hijo de un indígena de ascendencia kichwa y de una mestiza,
fue el mayor de diez hermanos. Su afición por el dibujo empezó cuando era un
niño y, ya en la escuela, con sólo ocho años hacía caricaturas de sus
compañeros y profesores, realizaba los carteles de anuncios de la tienda que
regentaba su madre y vendía algunos pequeños cuadros de paisajes y retratos de
famosos en la Plaza de la Independencia de Quito.
Aunque su padre no veía con
buenos ojos su decisión de dedicarse a la pintura, logró ingresar en la Escuela
de Bellas Artes de Quito. Durante su estancia en la Escuela tuvo lugar un
levantamiento contra el gobierno, la llamada “Guerra de los cuatro días”, en la
que murió su mejor amigo, hecho que más tarde inspiraría una de sus obras más
conocidas: “Los niños muertos”.
Se diplomó en 1941 en
Pintura y Escultura a la vez que realizaba estudios de arquitectura.
En 1943 realizó su primera
exposición en una galería privada de Quito, cuando tenía 23 años. La muestra
provoca un gran escándalo; la crítica opinó que con su pintura se enfrentaba a
la Exposición Oficial de la Escuela de Bellas Artes; sin embargo Nelson
Rockefeller, el que llegaría a ser vicepresidente de los Estados Unidos, quedó
impresionado por su obra, comprando varios de sus cuadros y ayudándole en el
futuro.
Entre 1942 y 1943 permaneció
seis meses en EEUU, donde vendió algunas obras. Con los ingresos que obtuvo
viaja a México, y conoció al famoso muralista José Clemente Orozco, quien le
contrata como asistente. También conoce y entabla amistad con Pablo Neruda.
Más tarde viajó por diversos
países de América Latina como Perú, Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, entre
otros. En casi todos ellos encuentra una sociedad indígena oprimida, hecho que
marcaría la temática de sus cuadros durante toda su carrera. En sus pinturas
posteriores, son constantes las representaciones de temas sociales.
Logró muy pronto todos los
Premios Nacionales. Con 36 años fue galardonado con el Gran Premio en la III
Bienal Hispanoamericana de Arte, en 1955 en Barcelona, y un poco más tarde el
Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo.
En 1971 fue elegido
Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Sus obras se han expuesto en
todos los países del mundo, entre otros: Venezuela, Francia, México, Cuba,
Italia, España, Brasil, Colombia, Unión Soviética, China y Estados Unidos.
En 1976 creó la Fundación
Guayasamín en Quito, a la que donó su obra y sus colecciones de arte. Siempre
manifestó que el arte es un patrimonio de los pueblos.
En 1978 fue nombrado miembro
de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y en 1979
miembro de honor de la Academia de Artes de Italia.
En 1982 se inauguró en el
Aeropuerto de Barajas de Madrid un mural de 120 metros de largo, elaborado con
acrílicos y polvo de mármol, está dividido en dos partes, una de ellas dedicada
a España y la otra a Hispanoamérica.
Continuó con sus exposiciones
internacionales: en el Museo del Palacio de Luxemburgo de París y en el Museo
Palais de Glace de Buenos Aires, en 1995, las últimas a las que asistió
personalmente.
Al final de su vida había
expuesto en los museos de todas las capitales de América, y en muchas de
Europa, entre otros en L’Hermitage de San Petersburgo, en Praga, Roma, Madrid,
Barcelona y Varsovia.
Fue un artista muy
prolífico, y trabajó con distintos soportes: lienzo de caballete, murales y
también esculturas. Son especialmente importantes los murales del Palacio del
Gobierno y Universidad Central, de Quito, el citado del Aeoropuerto de Barajas
de Madrid, el de la Sede de la UNESCO en París, el del Parlamento
Latinoamericano en el Memorial de América Latina de Sao Paulo y el del Centro
Simón Bolívar de Caracas.
Toda la obra, catalogada
como expresionismo figurativo, está marcada por el reflejo del dolor y las
miserias humanas, por una constante denuncia de la violencia que nos ha asolado
durante el siglo XX, las Guerras Mundiales, las Gerras Civiles, los genocidios,
las dictaduras.
Realizó retratos de muchos
de sus amigos, entre ellos Fidel Castro y Raúl Castro, François y Danielle
Mitterrand, Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, Mercedes Sosa, Atahualpa
Yupaqui.
Fue nombrado Doctor Honoris
Causa de Universidades americanas y europeas.
En 1992 recibió el Premio
Eugenio Espejo, máximo galardón cultural que otorga el gobierno de Ecuador.
Murió 10 de marzo de 1999,
en Baltimore, Estados Unidos, dejando inacabada la que iba a ser su obra más
importante: “La Capilla del Hombre”, en Quito.
Tras su muerte, de forma
póstuma, fue reconocido como el “Pintor de Iberoamérica”, siéndole otorgado el
Premio Internacional José Martí.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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