domingo, 7 de julio de 2019

Amedeo Modigliani


Modigliani nació el 12 de julio de 1884 en Livorno, Italia, en el seno de una familia judía de pequeños comerciantes. A causa de su salud precaria hubo de renunciar a una educación convencional, y fue entonces cuando empezó a estudiar pintura en su ciudad natal, en la escuela de Bellas Artes, con Guglielmo Micheli, y posteriormente en las de Florencia y Venecia. En 1906 se trasladó a París, donde frecuentó los círculos artísticos y literarios, siendo amigo de Maurice Utrillo y de Pablo Picasso, donde recibió notables influencias de Henri de Toulouse-Lautrec, Picasso, Georges Braque y Paul Cézanne. Sus primeras pinturas dejan sentir la influencia de los macchiaioli, pero posteriormente le interesó el movimiento modernista y el de la secesión, además del arte primitivo. En 1908 presentó cinco cuadros en el Salón de los Independientes, entre ellos La judía.
En 1909 conoció al escultor rumano Constantin Brancusi, cuya obra lo impresionó, y se decidió a seguir el camino de la escultura. Las fuentes en las que se inspiró, aparte de Brancusi, fueron las esculturas griegas arcaicas de los kúroi (jóvenes atletas desnudos) y aquellas máscaras africanas en las que los rasgos se alargan con énfasis (en especial, sus Cariátides). En su escultura, Modigliani esculpía la piedra directamente en un intento de preservar en la forma la unidad plástica del bloque. En 1912 expuso un Conjunto decorativo de ocho cabezas de piedra en el Salón de Otoño.
Pronto retornó a la práctica de la pintura, pero su experiencia como escultor tendría consecuencias fundamentales en su estilo, que se plasmarían en la simplificación de la imagen y en el uso del color. Al reducir o en ocasiones eliminar el claroscuro, consiguió una solidez en la imagen plana, similar a la escultórica. Aunque fue uno de los maestros del retrato del siglo XX, Modigliani no era un retratista profesional. Tienen sus obras un aire familiar en su elegancia y alargamiento, pero al mismo tiempo reproducen la personalidad del retratado con gran agudeza. Entre sus retratos cabe mencionar los de Kisling, Paul Guillaume, Zborowsky y el de una de su amantes, Beatrice Hastings, titulado Madame Pompadour.
En 1917, minada ya su salud por el alcohol y las drogas, comenzó una serie de desnudos femeninos que se encuentran entre sus mejores obras. Ese mismo año comenzó una relación con la pintora Jeanne Hébuterne, con la que tuvo una hija. Fue también un período brillante para su pintura, que se hizo cada vez más refinada de líneas y delicada de color. Modigliani murió tuberculoso en el Hospital de la Caridad de París, el 24 de enero de 1920. Debe matizarse que la vida disipada que se le imputa se debió más a la miseria y a la insatisfacción de su búsqueda artística que al vicio. El poeta Zborowsky decidió ser su marchante y le ayudó cuanto pudo, pero con poco éxito, porque el artista se había sumido ya en un completo abandono físico y moral. Pese a ello, los últimos cinco años de su vida fueron los más productivos.
Fuentes:         
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.















































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