Lorenzo Villa es un artista
italiano nacido en Besana in Brianza (MB) en 1973, donde vive y trabaja. Asistió
al Instituto Estatal de Arte "Villa Real de Monza", donde obtuvo un
diploma de "Maestro d'Arte".
Ha participado en numerosas
exposiciones colectivas, individuales y ferias internacionales de arte (Milán,
Padua, Tortona, Roma, Nápoles, Barletta, Moscú, Providence y otras), gracias a
su colaboración con varias galerías. Sus obras integran colecciones privadas de
compañías italianas y extranjeras (Austria, Francia, Japón, India).
Sus obras se distinguen por
la experimentación y el uso de la pintura, en ambos lados, de láminas de
plexiglás transparente.
En la parte posterior
utiliza capas de esmaltes para obtener el fondo de la pintura, (palabras,
árboles, líneas o puntos en un sencillo
contexto informal-abstracto), que finalmente será visible sólo mirando por la
parte delantera.
Los personajes y objetos que
complementan el mensaje pictórico, sin embargo, están pintados con acrílicos en
el frente, creando así una suerte de efecto tridimensional más o menos obvio.
El conjunto está dado por la separación que se crea entre el frente y el fondo,
gracias al grosor de la lámina, que varía entre 1 y 5 mm.
Lorenzo Villa describe
sueños, y lo hace mediante la combinación de diferentes niveles semióticos,
situando a los personajes en un entorno moderno, aunque indefinido y onírico.
Son niños y niñas caminando y bailando en las calles de la periferia urbana,
cargadas de la gracia y del peso de las ideas. Los pensamientos se convierten
en mensajes trazados rápidamente sobre una nueva superficie desgastada, útiles
para expresar la urgencia de las emociones. En este mundo parcelado, no hay
espacio para las consideraciones conceptuales: basta una sola palabra, un lema,
para transmitir el significado esencial de lo que ahora mueve a la sociedad. La
mirada se detiene en un marco que fija una instantánea fotográfica, capturando
todo el dinamismo de la acción, mientras que el camino del individuo se vuelve
hacia otros puntos de vista, esta vez interiores. E.C.
El uso equilibrado de pocos
colores, que se destacan en tonos de blanco y negro, subraya el doble
desplazamiento, (real y metafórico), y el regreso constante de algunos
elementos clave: es una obra de remoción que parece querer dar cuerpo y
movimiento a esas imágenes que nacen de las profundidades de la conciencia y se
imprimen en la retina. El uso de materiales innovadores da al espectador la
impresión de ser capaz de tocar la magia de las placas lisas y modernas,
puestas en secuencia para reconstruir un código que combina la atención al
detalle figurativo y una deriva perceptiva abstracta. E.C.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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