Paula Varona nació en Málaga,
en 1963, y pasó sus primeros años en Cádiz, entre Tarifa y San Fernando. A los
16 años marchó a Londres, donde terminó su bachillerato e inició sus estudios
en arte, primero Foundation Course de la Heatherly School of Art, y luego el
Grado de Arte en la Byam Shaw School of Art, Saint Martins School of Art, hasta
1988.
«Viajé por Japón y por
Estados Unidos, volviendo a España en 1989 y estableciéndome definitivamente en
Madrid. Tengo tres hijos Iñigo, Lucas y Beltrán. Los temas preferidos en mi
pintura son dos. Por un lado, los paisajes urbanos, por otro, el mar. Me gustan
las ciudades. Son la máxima expresión del plasticismo humano, están llenas de
ideas, sensaciones, juego de proporciones, contrastes, leyes ocultas, claves
secretas. He pintado Lisboa, La Habana, Nueva York, Barcelona, y, mucho,
Madrid.»
«Decido qué ciudad pintar a
través de mi experiencia personal en ellas. Vivirlas, mis historias y
experiencias. Todo ello me impulsa a pintarlas. También me influye y atrae
muchísimo ver las ciudades como resultado de su historia. Las ciudades están
vivas y en permanente cambio a través del tiempo. Esos cambios los voy
reflejando en mis cuadros»
«Tengo mucha obra pintada a
nivel de calle. Si la vista es desde un punto alto, la sensación es de más
libertad, de silencio, de paz, es como si el tiempo se detuviese. También me
gustan los detalles de tejados, remates de edificios, y otros aspectos, que no
se pueden disfrutar desde el bullicio de la calle. Por otro lado, desde la
calle disfrutas del momento, del instante, de todo lo que ocurre en tu entorno
que está en permanente cambio.»
«Siempre comienzo dibujando
aquello que deseo pintar, después, comienzo con los óleos y siempre dejando
secar antes de volver a pintar para que los colores no se mezclen en el lienzo,
siempre en la paleta. Mi paleta es mi laboratorio de colores donde mezclo y
defino las luces y las sombras antes de llevarlas al lienzo, con paciencia y
dedicación hasta finalizar el cuadro.»
«Lo que me atrae especialmente
de la Gran Vía es que sus edificios te piden pintarlos. Son como parte de un
gran escenario de teatro. Sus edificios son emblemáticos e icónicos. Al mismo
tiempo, la vida en la calle representa la realidad de lo que es la gente de la
calle en Madrid.»
«Lo que yo noto realmente es
el cambio en mi manera de verla y percibirla. Tras muchos años de pintar la ciudad,
mi mirada ha ido cambiando, y se ha hecho algo más abstracta, más limpia, sin
dejar de ser una visión realista de Madrid.»
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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