Alexei Butirskiy nació en
Moscú en 1974 y a la temprana edad de 5 años, cuando visitó una exposición en
el museo Pushkin, decidió convertirse en artista. Estudió en la Escuela de Arte
de Moscú y se graduó con un Diploma de Excelencia. Posteriormente asistió a la
Academia Rusa de Bellas Artes, donde su estilo evolucionó bajo la dirección del
profesor Hasyanova.
En 1996, participó en
numerosas exposiciones, entre ellas en la Unión de Artistas de Rusia, la Unión
de Artistas de Moscú y el Art-Salon, en el Manezh de Moscú.
Del 1998 al año 2000 realizó
seis exposiciones individuales en la Casa Central de Artistas y en 2001 su obra
fue incluida como una muestra pictórica fundamental de la Rusia del
post-impresionismo en las subastas celebradas en Londres.
Sus obras abren un mundo
intensísimo y evocador plagado de elementos simbólicos que consiguen
transportar al espectador a un reino de sugestión y de belleza mística... donde
todo está vivo, desde los personajes y objetos representados a las propias
pinceladas con un recuerdo espiritual y filosófico de los presocráticos en
cuyos pensamientos se vislumbraba el movimiento completo y constante como telón
de fondo de la vida.
Las técnicas expresivas
favoritas de Butirskiy son tanto el realismo como el impresionismo y sus
instrumentos técnicos preferidos: el óleo sobre lienzo. En su obra observamos
la clara influencia de grandes clásicos, como: Vermeer, Rembrant, Jourj Latur,
Andru Waite, Serov (XIX), Levitan (XIX). Los temas favoritos del autor son: el
retrato psicológico, el paisaje de la ciudad tanto en su exterior aspecto
urbano como en su captación de la sensibilidad interior.
Butirskiy considera que lo
más afortunado de su vida artística es haber tenido el acceso a viajar con su
obra como protagonista a tantos museos de todo el mundo.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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