Atsushi
Suwa es un pintor hiperrealista nacido en Hokkaido, Japón, en 1967 y
graduado en la Universidad de
Arte de Musashino en 1992. Estuvo en Madrid durante dos años a
través de un programa para artistas organizado por la Agencia para Asuntos Culturales, y ha
recibido el reconocimiento internacional como pintor. Después de regresar a
Japón, Suwa se centró en la exploración de realismo como una manera de volver a
examinar el origen de la pintura. En su exposición en el año 2000, mostró una
serie de obras sobre la base de su investigación en profundidad sobre los
artistas y perfomances de Butoh (danza japonesa), Kazuo Ohno y Yoshito
Ohno. Este proceso de trabajo le ha inspirado durante mucho tiempo para
analizar al sujeto de cerca, y visualizar su historia personal y su filosofía
así como sus pinturas.
Desde entonces, Suwa ha
estado exhibiendo sus obras resaltando la vida de determinadas personas. Él es
definitivamente uno de las principales pintores figurativos, que ejecuta el
proceso mediante el cual se logra trascender el realismo, trabajando alrededor
del cuerpo humano, generalmente, en series que afectan a la belleza femenina,
al envejecimiento humano o al deleite de las calidades de este a través de una
tenue luz. Su pintura vive bastante sometida al dibujo, el cual también domina
con perfección, y le da un aspecto envejecido en tonos de luminosidad,
cambiando los colores por tonos de grises. Sus obras reflejan quietud y
silencio, horizontalidad y verticalidad. Sus series de tumbados son,
posiblemente, la mejor parte de su obra.
Con su serie conceptual
"Japanese beauty (Belleza japonesa) investiga el territorio del bijinga
(imágenes de mujeres hermosas), un tema tradicional japonés. A diferencia del
bijinga tradicional producido para entretener audiencia masculina, el de Suwa
es el resultado de una investigación crítica de la agenda social de la
identidad nipona. Para esta serie, conoció y entrevistó selectivamente a ocho
mujeres japonesas de estratos variados como Ainu-Japonesas y japonesas
mestizas, lo cual inevitablemente cuestiona su identidad japonesa a pesar de su
residencia en Japón. "A Handful of Water" es el retrato de una jóven
sucesora en tercera generación de una familia coreana viviendo en Japón.
Suwa captura profundamente y revela sus luchas internas en la búsqueda de la
paz y compatibilidad con su identidad como coreana japonesa viviendo en Japón.
Su asombrosamente vívida representación de la expresión facial de la jóven y sutileza
en su pose, especialmente los ojos que abrazan sus inseguridades y heridas
alienadas, evocan en nosotros un apego empático hacia ella, como si la
conociéramos en persona.
Su más celebrada serie es la
titulada "Sleepers", producida en el estudio de Suwa acerca del legendario
bailarín de Butoh Kazuo Ohno (1906-2010), quien estableció la vanguardia
japonesa en el Butoh. Maravillado con el poder y belleza de la danza de Ohno,
Suwa fue conducido a trascender el realismo representativo a través de una
comprensión profunda del significado de percibir el sujeto en su contexto
físico y entorno psicológico, ambos a la vez. El trabajo "Sleepers"
es un excelente ejemplo que refleja las preciosas lecciones de Suwa al haber
conocido y pintado a Ohno durante más de dos años. En la pintura creada en la
década 2000-2010, Suwa se centra en representar la parte superior del cuerpo de
una chica durmiente, trayendo el sujeto a la vida a través de una
representación meticulosa de los contornos en el rostro de la chica, la textura
de su piel y su fino y sedoso pelo negro. El artista captura cuidadosamente el
momento en el que la jóven chica cae en un sueño profundo, presuntamente sin
advertir la presencia del artista. Los pliegues de la sábana enfatizan la
suavidad de su piel, su juventud y la pureza de su alma. Su excepcional
representación de la forma humana es alcanzada por su atenta interacción con
los sujetos, escrutando cada parte del cuerpo consciente y diligentemente,
construyendo subsecuentemente una apreciación de sus sujetos en la cual se
refleja en su cálculo preciso de cada representación, desvelando su aguda
visión y comprensión de sus figuras como entidades físicas y sujetos
psicológicos. El minucioso detalle de la textura de su piel y su ralo pelo
negro, que vívidamente se yuxtapone con la tranquilidad de la chica misma,
transmiten una mujer viva, mientras que los matices fríos de su cuerpo sugieren
lo contrario, como si estuviera a caballo entre estar viva o no. Ella es
misteriosa aunque hermosa en su serenidad, un misterio fascinante que el
espectador desea resolver.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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