Serov nació en San
Petersburgo, hijo del compositor ruso Aleksandr Serov y su mujer Valentina
Bergman, compositora de raíces germano-judías e inglesas. Durante su
infancia estudió en París y Moscú con Iliá Repin y
en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo (1880-1885) con Pável
Chistiakov.
Las mejores obras de Serov
en su primer periodo fueron retratos. En estas pinturas Serov se concentra en
la espontánea percepción del modelo y la naturaleza. En el desarrollo de la luz
y el color, la compleja armonía de los reflejos, el sentido de la saturación de
la atmósfera, y la fresca y pintoresca percepción del mundo, son
características del impresionismo ruso.
A partir de 1890, el retrato se
convertiría en el género por excelencia de Serov. Fue en este campo que su
estilo se volvería pronto más claro, siendo las pinturas notables por las
características psicológicas de sus temas.
A comienzos de siglo, Serov
estaba en un punto de cambio estilístico: las características impresionistas de
sus obras desaparecieron, y su estilo modernista más desarrollado, pero la
comprensión realista de la naturaleza de sus retratos permaneció constante en
él.
Los últimos años de la vida
de Serov estuvieron marcados por los trabajos en temas de la mitología clásica.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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