Ewa Gargulinska, pintora
polaca nacida en 1941 en Cracovia.
Durante la Segunda Guerra
Mundial los bienes de su familia fueron confiscados por los rusos cuando
invadieron Lwów. Posteriormente, la abuela paterna de Gargulinska fue llevada a
un campo en Siberia donde luego fue liberada por el ejército del general
Sikorski y participó en su éxodo a través del Medio Oriente. Gargulinska, su
madre y su abuela materna fueron llevadas al campo de concentración de Pawiak
durante el levantamiento de Varsovia y escaparon antes de que fuera destruido
por los nazis.
Después de la guerra ella y
su familia se mudaron a Sopot, un balneario junto al mar donde había más
oportunidades de trabajo para su padre. Gargulinska asistió a la escuela
primaria allí hasta que sus padres se divorciaron y la familia regresó al
departamento de su abuela en Cracovia. Las numerosas reubicaciones que la
familia tuvo que soportar interferían con su educación, causando una continua
sensación de desplazamiento lo cual, sin embargo, alentó el desarrollo de su
talento artístico.
Después de una estancia de
tres meses en París a los diecisiete años, decidió cambiar su plan inicial de
estudiar filología francesa e ingresó en la Academia de Bellas Artes de
Cracovia. Después de un año estudiando allí, se pasó a la Academia de Bellas
Artes de Varsovia, la escuela de arte más importante de Polonia, que ofrecía
los nuevos métodos de enseñanza de la Bauhaus y del movimiento de vanguardia
ruso.
Recibió su maestría de la
Academia de Bellas Artes de Varsovia en 1966. Su obra de este período fue
llevada al Archivo de la Academia de Bellas Artes y expuesta en la muestra
"Los jóvenes talentos" en la Galería Foksal en Varsovia.
Durante el ascenso del
movimiento de la Escuela de Cine Polaco, el arte del cartel alcanzó su punto
máximo y fue recibido con entusiasmo en el oeste. Los carteles de Gargulinska
se mostraron en una exposición colectiva en el ICA en Londres en 1971. En 1972
logró obtener el permiso de la oficina de seguridad comunista para viajar a
Londres, donde trabajó durante un año como decoradora escénica y diseñadora de
textiles, así como artista visual. En 1973 se le requirió regresar a Varsovia.
Después de un incidente con la policía secreta comunista, Gargulinska decidió
abandonar Polonia permanentemente, lo que estaba prohibido bajo el régimen
comunista. Una amiga alemana la ayudó a cruzar la frontera y la llevó a
Hamburgo. Mientras esperaba allí una visa inglesa, vendió sus primeros cuadros
e imágenes de carteles de películas a clientes privados para poder sobrevivir.
Tras su regreso a Londres,
la versatilidad de la artista ha sido evidente a través de su amplia carrera.
Su arte ha sido exhibido internacionalmente y está representado en varias
colecciones públicas. Sus pinturas son coleccionadas en todo el mundo.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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