María Moreno nace en Madrid
en 1933. Desde joven sintió vocación por las artes y una gran pasión por la
literatura, lo que le proporcionó un rico mundo interior.
Se formó en la Escuela de
Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde ingresó en 1954,
especializándose en pintura. Esta etapa marcaría su vida, no sólo en lo
profesional, sino también en lo personal. Allí conoció a sus amigos y
compañeros artistas Antonio López García, Isabel Quintanilla, Amalia Avia,
Julio y Francisco López Hernández y Lucio Muñoz (quien pronto se pasaría a
la abstracción, pero que nunca abandonaría el vínculo con el grupo). La obra de
estos artistas ha recibido distintos calificativos: realismo madrileño,
figuración madrileña, hiperrealistas, o Escuela de Madrid, entre otras.
Precisamente uno de sus
compañeros, Antonio López, se convertiría en su compañero sentimental y de
aventura creativa. Aunque ambos han sentido interés por los mismos temas, que
han enfocado desde el apego a la realidad, cada uno de ellos ha desarrollado su
obra de forma individual, consiguiendo su propio estilo y visión.
Desde los años setenta del
siglo pasado, la obra de María Moreno comenzó a mostrarse y a formar parte de
colecciones internacionales. Teniendo gran repercusión las exposiciones que se
celebraron en Alemania y Reino Unido dedicadas al grupo de artistas que se
dedicaban a la Nueva Figuración en Madrid en aquellos momentos.
Sus exposiciones
individuales han sido menos numerosas, pero han tenido un gran impacto en el
conocimiento de su obra por parte de coleccionistas nacionales e
internacionales. En 1973 expuso en la galería de Ernst Wuthenow en Frankfurt,
quien además organizó varias y relevantes muestras dedicadas al realismo
español practicado por María y algunos de sus compañeros. En 1990, el galerista
parisino Claude Bernard convenció a la pintora para que expusiera en su
galería; exposición que cosechó buenas críticas de público y crítica.
En los últimos años su obra
ha formado parte de varias muestras colectivas, siendo especialmente
significativas tanto la realizada en 1991 en la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando de Madrid, Otra realidad. Compañeros en Madrid,
como la reciente Realistas de Madrid en el Museo Thyssen-Bornemisza
(febrero-mayo 2016). La primera fue clave en la comprensión de la figuración
madrileña surgida en los años cincuenta, en el contexto del arte que se
hacía por otros contemporáneos y compañeros; mientras que la segunda ha
ofrecido la oportunidad de poner en perspectiva la obra de estos artistas tras
unas largas trayectorias.
Los motivos de sus obras,
que están siempre ligados íntimamente a ella, abarcan los paisajes, en los que
Madrid tiene un lugar destacado, aunque también los de La Mancha; los retratos
de personas de su entorno de la primera etapa; los interiores, que han estado
presentes desde el comienzo de su carrera; unos pocos bodegones; los jardines y
muchas flores, por las que ha tenido especial predilección a partir de los años
noventa.
Además de en numerosas
colecciones privadas, su obra está presente en las siguientes colecciones
públicas: Fundació Sorigué, Lérida; Artium, Vitoria; Museo de Arte
Contemporáneo de Toledo; Colección Iberdrola, Bilbao; Kupferstichkabinett,
Kunsthalle, Hamburgo.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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